La actuación rumana en Stalingrado ha pasado muchas veces desapercibida por la tragedia del VI ejército, pero sin duda alguna los rumanos fueron un aliado muy importante de Alemania. Las relaciones entre ambos países nunca fueron sencillas. Los alemanes no siempre cumplían las promesas de suministro, y muchas veces despreciaban a sus aliados. La trágica batalla de Stalingrado sólo contribuyo a empeorar las relaciones. En diciembre de 1942 el mariscal Antonescu, líder de Rumanía, escribió una carta a Von Manstein con muchas críticas. Este documento ha sido citado en muchos libros de historia, pero nunca entero.
Señor Mariscal de Campo
Con profundo dolor hago conocimiento del
informe del 3 de Diciembre de 1942, que el general Sterea fue obligado a
enviar, y manifiesto mi profundo rechazo a los términos
1.
Rumania dio casi todas sus fuerzas armadas, con los mejores profesores,
los soldados más jóvenes y mejor entrenados, y el material más moderno,
que hemos preparado -al igual que los alemanes- para contribuir a
aplastar a los bolcheviques, cumpliendo así el papel de Europa, lejos de
sus modestos ideales nacionales y políticos.
Este generoso
sacrificio no se considera ilimitado. Nadie puede pedir nada más de lo
que acordamos suministrar, ya que hasta la fecha, no hay ningún acuerdo
político o militar entre Alemania y Rumania.
Como líder del
estado rumano y comandante del ejército, actuaré en la medida de lo
necesario para evitar el desprestigio o deshonor de mis oficiales y
soldados.
2. Usted dirigió personalmente al XIX Armee desde el
Dnieper a Kerch y Sebastopol y conoce bien la contribución de las tropas
rumanas de primera línea, salvo en las operaciones de Odesa y Don.
Quizás usted no sepa mucho del Cuerpo del general Dragalina, pero sabe
perfectamente que a él se debe la salvación de una situación crítica en
el Donetz el invierno pasado, y también los objetivos que hemos cumplido
en el Don, Volga y Cáucaso. Creo que sin las tropas rumanas usted
perdería Crimea, y la curva al este del Dnieper se vería amenazada.
3.
El invierno pasado se prometió –durante la gran crisis que sufrió- al
OKW tropas rumanas de segunda línea. A cambio de ello pedía que las
unidades rumanas deberían ser equipadas al mismo nivel que las alemanas,
y ser transportadas en las mismas condiciones. A pesar de que el OKW lo
prometió, no se ha cumplido. Las tropas del III Ejército tuvieron que
caminar 500-600kms hasta el frente, mientras los alemanes iban en tren
hasta el final de las líneas férreas. Una vez allí el OKW ordenó al
staff rumano que utilizasen los pocos camiones disponibles para
transportar a los alemanes al frente.
La división acorazada
rumana sólo recibió 22 vehículos blindados y 2 compañías antitanque,
pero se denegó el grupo de reconocimiento. La mayoría de las divisiones
rumanas –no todas- recibieron como único equipo antitanque 6 piezas AT
remolcadas.
4. Ya que sus compatriotas insisten en desacreditar
al III Ejército, le informo: el OKH -a través del señor Weichs y Hauffe-
es responsable de la actuación de este ejército, en condiciones
completamente desfavorables.
El OKH prometió desplegar el III
Ejército en el Don en una zona mucho más favorable. Nuestro
reconocimiento informó que no era así, y que el enemigo disponía de una
cabeza de puente de 70×25kms.
Todos los puntos de observación
estaban en manos enemigas. Pedimos al OKH que eliminase la cabeza de
puente. Ellos lo prometieron, pero no se cumplió. Después pedimos que
nos remplazasen las pérdidas causadas en las operaciones contra esta
cabeza de puente, o mantener a los italianos y alemanes que remplazamos
en la posición. Nos lo prometieron pero no cumplieron, los italianos y
alemanes que sustituimos desaparecieron sin avisarnos o explicar si
volverían. Durante ese periodo no prepararon fortificaciones: no había
fosas antitanque, ni alambradas, ni refugios. Esto debería haber sido
una tarea elemental en una zona sin bosques, ni defensas naturales, y
sin alimentos. Las tropas que sustituimos se llevaron todo el forraje y
alimento, dejando el suministro de nuestras tropas a nuestra discreción.
Estos eran transportados desde 120 kms por nuestros agotados y mal
alimentados caballos.
Después de entrar en el sector, no sólo
pedí que se liquidase la cabeza, además, y en un esfuerzo conjunto,
tomar el área boscosa al norte del Don, ya que para mí era clave en la
defensa del sector, pero también para que el enemigo concentrase tropas
en secreto.
El III Ejército ocupaba un área de 150kms que no
podía cubrir adecuadamente (1 batallón en 4.5kms), y no tenía reservas
más que para rechazar pequeñas penetraciones locales: 5 batallones de la
15 División y 2 divizioane (equivalente a 20 piezas de artillería) de
la 7 División de Caballería a pie. Esto equivalía a 3 batallaones y una
divizion de artillería. Posteriormente llegaron dos divisiones
antitanque alemanas (611 y 670).
La situación empeoró porque las
divisiones 13 y 14 estaban en el principal eje del ataque soviético. No
sólo eso, sino que fueron situadas a constantes ataques desde el momento
de llegar hasta la gran ofensiva soviética.
La División 13 fue
atacada 32 veces entre mediados de Septiembre hasta el 18 de Noviembre,
tanto de día como de noche. En ocasiones había dos ataques seguidos. La
División 14 fue atacada 17 veces en el mismo intervalo. Hasta el 19 de
Noviembre, la División 13 perdió 115 oficiales y 3.648 soldados. La 14,
98 y 2.163.
Para contraatacar en caso de ataque ruso, se
concentró en el sector del III Ejército la primera división acorazada
rumana, y las 22 y 14 Panzer Division alemanas. Ambas disponían de un
25% de su potencia nominal (o sea 25% de tanques).
Previamente,
el OKH había prometido las siguientes reservas para el III Ejército: 4
divisiones alemanas cerca del III Ejército Rumano y 3 divisiones rumanas
en el área de Rostov (VI Cuerpo de ejército). No se hizo nada más. A
comienzos de Noviembre, el OKH nos ordenó mandar una división más (la 7)
al frente, en vez de una italiana. Los alimentos, materiales de
fortificación, combustible y munición nunca estuvieron al nivel
esperado. Los documentos y datos están en el informe del coronel Fink.
El
IV Ejército rumano, cuyas tropas han estado luchando de manera continúa
desde Enero, se ha desangrado cubriendo inicialmente junto al VI Cuerpo
un frente de 120kms (20 a 50kms para cada división). Esto mantuvo a las
tropas rumanas en condiciones extremas: luchando 90-100 días sin
interrupción.
El 20 de Noviembre, cuando el IV Ejército es
atacado, los sectores por división pasan de 17kms a 33, usted debe tener
en cuenta que la capacidad de combate de la 1, 2, 3 y 4 divisiones
estaba reducida al 50%.
Le recuerdo que el VI Cuerpo Rumano consumió entre enero y noviembre 38 batallones de soldados y 11 de caballería.
A
pesar de que las condiciones eran mejores que en el III Ejército, la
falta de combustible afectaba la capacidad operacional de las tropas, y
estaba a punto de colapsarse (porque los vehículos no tenía gasolina y
el transporte era a pie – nota traductor). Este era el caso de los
soldados (más bien sombras/fantasmas) decorados por el señor general
Hoth. La falta de alimentado para los caballos del IV Cuerpo les causó
inanición. Esto explica las grandes pérdidas en material y piezas de
artillería en el sector del IV Ejército (sin los caballos las piezas
debían de ser abandonadas).
Las duras condiciones en el sector
del IV Ejército eran conocidas: terreno sin protección natural, sin
recursos naturales, condiciones climáticas difíciles y enfermedades.
5.
El éxito de la ofensiva rusa no sólo se debe a la ineficacia del III y
IV Ejército. Se debe a que el Grupo de Ejércitos B no anticipó el ataque
soviético, muy bien preparado y con fuerzas masivas concentradas en
secreto. La Stavka atacó al oeste y sur de Stalingrado, regiones a las
que el Grupo de Ejércitos B no prestó la debida atención Los hechos lo
demuestran. El retraso en formar un alto mando en el Don se debe a la
inesperada e inimaginable resistencia de Stalingrado y Cáucaso, lo cual
tiene una parte de la culpa de estos trágicos eventos.
Ningún
entrenamiento o liderazgo militar podrían haber permitido el éxito de
la misión. El triste resultado es que, después del desastre, su mando no
existe (Grupo de Ejércitos Don).
Previamente indiqué al general
Hauffer mi sospecha de que se lanzaría un ataque hacia Frolov, dirección
Rostov-Barmankak-Kalac. Esto ocurrió en dos ejes de ataque y además de
los éxitos locales, tuvo graves consecuencias estratégicas en el frente
rumano-alemán, Stalingrado, Caúcaso y río Don.
El comandante del
Grupo de Ejércitos Weichs y el general Hauffe subestimaron al enemigo y
no tuvieron en cuenta mi hipótesis. Consideraban que estaba exagerando.
6.
Yo, Mariscal, tengo 40 años de irreprochable servicio y adoración por
el país, la justicia, y el honor. Toda esta carrera la hice a través de
cuatro guerras y cuatro revoluciones.
Nunca delante de un enemigo exterior, interior o en el frente he entregado mis armas.
Me deshonraría si me dejo deshonrar.
Tengo una responsabilidad política e histórica, y un deber sagrado con mis soldados.
Yo sería un cobarde si tolero los actos de cobardía contra ellos.
En
el último minuto se me ha informado de que mis soldados, que lucharon
como valientes en el frente, son ahora fusilados por sus soldados en la
bolsa de Stalingrado. Se me ha informado que oficiales y suboficiales
son desarmados por soldados escondidos lejos del frente. He recibido
informes afirmando que las tropas rumanas bajo mando alemán son tratadas
de una manera humillante. Para conquistar la localidad de Dubowkij, el
Grupo Hollidt ordenó al I Cuerpo del Ejército Rumano realizar 7 ataques
seguidos porque el primero no tuvo éxito. Esto produjo las siguientes
bajas: 40 oficiales, 15 suboficiales y 1392 soldados. ¿Qué beneficio
estratégico y táctico tiene este lugar para justificar esta masacre?
¿Por
qué se imponen sacrificios innecesarios a las unidades militares
rumanas mientras que las alemanes son protegidas? Le revelaré el caso
del destacamento Con Courbier en Odesa. Habían sido enviados para
apoyarnos en el sitio de Odesa, para romper las líneas defensivas rusas.
El destacamento se mantuvo en reserva durante 2-3 semanas. Después de
dos horas en el campo de batalla desistió tras la pérdida de algunos
oficiales y 200 soldados. Luego han explicado que no tienen la logística
adecuada para poder continuar. Uno de los oficiales alemanes confesó
que no se hizo el mea culpa y se culpó a los soldados rumanos, a los que
yo había tildado de débiles combatientes. Mientras que los alemanes
aceptan estas excusas (la logística) nuestros soldados son enviados sin
apoyo y son masacrados. Esto machaca el espíritu de lucha, y empezando
con el I Cuerpo Rumano, tendrá un efecto desastroso en la camaradería
rumano-alemana, y no servirá para nada en el futuro. Estoy seguro de que
usted estará de acuerdo conmigo cuando afirmo que las tropas rumanas se
han batido tan bien como las alemanas.
¿Por qué si los soldados
del III Ejército no pueden detener el ataque ruso se dice que no se
“baten correctamente” y no se dice nada de las divisiones panzer 14 y
22, y jager 611 y 670 que también fueron literalmente aplastadas; cuando
a estas el ataque les llegó más tarde que a nosotros y cuando el
enemigo había perdido impulso tras luchar contra nosotros? ¿Acaso esos
soldados eran valientes y los nuestros fugitivos? ¿es apropiado
preguntar qué hicieron las divisiones 62 y 294 que por órdenes del
Fuhrer recibidas el día 23 debían ayudar al Grupo Lascar? Parece que la
niebla era tan espesa que las armas pesadas no se pudieron desplegar
contra el enemigo, tan solo cuando se echaron encima de la posición y
baterías. Por eso los aviones no pudieron intervenir. No creo que
ninguna otra tropa con organización, entrenamiento, preparación o
experiencia comparable a la rumana hubiese podido hacer más que la del
III Ejército, que aguantó 3 días sus posiciones pero tuvo que retroceder
cuando ni siquiera las reservas alemanes y rumanas podían contener el
ataque, por no hablar de rechazarlo.
8. También me han informado
de que cuando se han formado nuevas unidades a partir de las disueltas,
el general Hollidt ha disuelto la 9 División (rumana) y ha asignado
unidades rumanas dispersas, pero con capacidad de combate, a unidades de
trabajo. También me han informado que las unidades alemanes bloquean
las nuestros servicios (unidades de logística) sin ningún tipo de
escrúpulo, quitándoles del camino. Me han informado que las divisiones
62 y 294, que se establecieron sin sus suministros, nos quitaron los
nuestros. Finalmente, Señor Mariscal, me han informado que el general
del señor Hollidt trata brutalmente al personal del cuartel general
aliado (rumano), lo cual es inaceptable para gente civilizada y soldados
con honor. Este mismo general pasa por encima de los principios básicos
de jerarquía militar y ejercicio de autoridad, y sobre el respeto más
elemental a un aliado, que con todo su esfuerzo y lealtad, ha realizado
enormes sacrificios para la causa común, sin estar sujeto a ningún
compromiso militar o político. Este general dio “ordenes” al III
Ejército y no permitió la retirada de unidades rumanas, además advirtió
que se reservaba el derecho a dar órdenes si lo veían conveniente.
9.
Mariscal, ante estos hechos no nos podemos deshonrar; no se puede
pisotear el honor ni sobrepasar ciertos límites. No se deben hacer
excesos y mandar a la papelera a unos soldados, que estando como estamos
armados, entrenados como nos han entrenado; han sido empleados para
lograr una gloria eterna, y cuya intervención se produjo en momentos muy
difíciles o incluso críticos para los alemanes, y con total
camaradería.
- Cuando las unidades del ejército rumano combaten
junto a las alemanas, con menor dotación de equipo moderno a pesar de
realizar misiones de similar importancia.
- Cuando las unidades del ejército rumano rescataron a la 46 División en Kerch a pesar de las enormes pérdidas.
-
Cuando 4 unidades rumanas recorren 300kms a -30° para tapar el frente
en Donetz, perdiendo un 30% de hombres por congelación y un 40% de
caballos muertos por el frio. Además, lograron avanzar otros 30 kms sin
el apoyo de armamento pesado.
- Cuando otras grandes unidades rumanas
son lanzadas en combate para batir un enemigo y detenerlo, cuando el
frente alemán está disperso (19 Division en Novorosisk).
- Cuando
otras 4 divisiones van del Donetz al Don, llegando al Volga tras
recorrer 800kms sin interrupciones, de manera que podían enlazar con las
divisiones blindadas alemanas.
- Cuando un ejército tiene los
archivos llenos de actos heroicos de gran cantidad de unidades, y todos
alabamos la valentía de los oficiales y soldados.
- Cuando el ejército es citado más de 100 veces en la prensa del Fuhrer.
-
Cuando un ejército pierde una batalla, los soldados (160.000) que
sufrieron 80.000 bajas (los rusos sólo hicieron 37.000 prisioneros) no
pueden ser considerados como fugitivos y cobardes, como sí lo fueron las
divisiones alemanes el invierno anterior, cuando retrocedieron 100kms
sin ningún control y abandonaron todo el material motorizado.
-
Cuando 3 generales están privados de mapas y comida y se rinden; cuando
un cuarto general lucha hasta el último hombre y fallece al ser
alcanzado por un obús en el pecho.
- Cuando en la III División mueren
dos de los tres comandantes de regimientos de infantería, cinco de los
siete comandantes de batallones, todos los comandantes de compañía y
batería, y un comandante de una brigada de artillería que dispara un
último proyectil para luego suicidarse junto a su hijo, y un comandante
de un regimiento de artillería que perece en un duro combate con
bayonetas.
- Cuando un comandante de batallón, después de cinco días
de lucha continua, sin comida ni municiones, consigue escapar de la
destrucción causada por la aviación en Obliwskaia.
- Cuando la 2 ª División de Montaña lucha sin cesar, hasta el punto de no poder apretar el gatillo debido al agotamiento.
-
Cuando el fuhrer fue honesto y honrado y premió con las más altas
decoraciones al ejército rumano. Cuando tuvimos entre sus aliados al
primer condecorado con las hojas de roble, la Cruz de Caballero y la
Cruz de Hierro.
- Este ejército no puede ser tratado como un ejército
de inútiles que huye, ni juzgado o responsabilizado por cualquier
oficial o soldado alemán.
Por supuesto, Señor Mariscal, hay casos
de incumplimiento. También ocurrían porque algunas unidades han estado
en un terrible fango durante 10 meses, sometidos a frío o calor extremo.
Debido a la falta de reservas las tropas no podían ser relevadas.
Esto
no ocurrió con unidades alemanes en el frente sur. Estas eran retiradas
para recuperarse y descansar, y algunas fueron enviadas a frentes
secundarios o al interior.
En todo el ejército los fallos comunicados
fueron aislados. Ellos fueron y son como su ejército. Pero sólo yo y el
mando rumano tiene derecho a castigar a estos malvados a muerte.
Sus
soldados y desertores vagan por nuestra retaguardia y se dedicaban al
contrabando y robo de nuestras posesiones. Hubo soldados que pasaron
(con un vehículo - nota mía) por encima de nuestros soldados mientras
caminaban. Hubo casos en los que soldados alemanes robaban vehículos a
punta de pistola.
Hay oficiales y suboficiales a los que se ha
acogido en el país, y como premio han armado a legionarios contra mí.
Intentan atacarme y derrocarme. Además astutos rebeldes han pasado la
frontera disfrazados de soldados alemanes y mezclados entre ellos. Hubo
casos de soldados que fueron capturados mientras vendían material
militar a nuestra población. Señor Mariscal, a pesar de todos estos
actos, no se ha generalizado y se ha informado a la misión alemana y
delegación, a pesar de que sabía que me habrían ejecutado. En los
ataques rusos del 19 y 20 de noviembre hubo fallos en las formaciones
alemanas. Prueba de ello es el escaso número de soldados disponibles en
Morozowskaja.
En cambio, los oficiales alemanes s consideraban
desertores a columnas de soldados rumanos retirándose tras recibir
órdenes y perseguidos por tanques rusos, o soldados de intendencia
aislados en la retaguardia. Todos los soldados rumanos eran considerados
desertores. La falta de conocimiento del idioma sólo hizo aumentar la
confusión.
Ninguno de nosotros ha permitido que se ensucie el
honor del Ejército Alemán con los cuales el Ejército Rumano es
deshonorado, algo que ha ocurrido bajo los ojos impávidos e incluso
órdenes de oficiales alemanes. Estos, sin conocer todos los hechos, o
con una voluntad inexplicable, han tolerado actitudes inaceptables hacia
los valientes oficiales y soldados rumanos. Ellos por si solos no
pueden ser los culpables de la derrota, no se puede echar la culpa a
nadie y con tanta facilidad.
Yo confió en el espíritu de lealtad y
justicia del fuhrer. La tengo porque juntos escribimos innumerables
páginas de gloria y estoy seguro que el fuhrer, con el genio, lealtad y
sentido de la justicia que le caracteriza comprenderá mi dolor y
rebelión, y tomará medidas contra los culpables, y absolverá al soldado
rumano indignado cuando se conozcan los hechos en su verdadera luz.
Señor
Mariscal, le pido que como camarada entienda mi deber y la
responsabilidad hacia mis soldados y gente. No puedo esperar un minuto
más ante este trato al soldado rumano y su mando.
El soldado
rumano sólo debe ser mandado por oficiales y mando rumanos. No puede ser
humillado por un extranjero, mucho menos un camarada. Incluso cuando
esté equivocado. No puede ser masacrado en ataques inútiles, como no se
masacraron las divisiones alemanes número 62 y 294. No puede ser
castigado más que por oficiales rumanos. No se puede disponer de
nuestras unidades según convenga, como no se hace con las suyas.
Lo
ocurrido está por encima de mi constitución, y también de la suya y del
honor de su país. Me veo obligado a advertirle de que si esta actitud y
hechos no cesan, examinaré la situación de nuestras fuerzas en su
frente. Mientras tanto, déjeme recordarle que los soldados y oficiales
alemanes ignoran la larga, dolorosa y trágica historia de los rumanos
durante 2000 años, caso único en la historia de las naciones. Los
príncipes, líderes y combatientes preferían morir por envenenamiento con
sus unidades a vivir en cautiverio o desorden. El pueblo rumano de hoy
no vivirá por debajo de sus antepasados, Señor Mariscal.
Reciba por favor, excelencia, un fraternal saludo.
ss. Mariscal Antonescu
9.12.1942
Fuentes y enlaces de interés:
- Pace și război (1940-1944): jurnalul mareșalului Ion Antonescu
- El autor agradece a MCM, y al forista "kamikaze" de Axis History Forum su ayuda en la traducción del texto.