Sergey Zgurets, director de "Defense Express Media and Consulting Company" ha sido entrevistado por el portal segodnya sobre la situación de las municiones y misiles en Ucrania. El texto que sigue es un resumen de los aspectos más interesantes.
El polvorín de Kalynivka almacenaba 180.000 toneladas de munición, principalmente cohetes para Grad, Uragan y Smerch. La pérdida de munición para tanques no es tan importante como la de Uragan, ya que la cifra de este último ya era limitada antes del incendio. La del Smerch se puede sustituir por el nuevo modelo Alder.
El gobierno ha destinado 1.400 millones de hryvnias a la compra de munición para todos los calibres. El Ministerio de Defensa y el Ministerio de Economía están considerando la construcción de una fábrica para calibres altos y medios (+150 mm y 23-30 mm).
Para los calibres pequeños (fusiles y pistolas) se apuesta por una adquisición. La empresa canadiense Stiletto ha presentado una propuesta junto a la empresa ucraniana TASKO. También hay compras limitadas, como a la empresa israelí Fort, que no ofrece permiso para exportar. Actualmente el Ministerio de Economía está estudiando la oferta de Stiletto.
El principal obstáculo es que una línea de producción cuesta 70 millones de $, y no se recupera lo invertido hasta un periodo de 25 años. Esto no es demasiado efectivo. Una manera de reducirlo es exportando. Las empresas están dispuestas a invertir pero no a autorizar exportaciones.
Actualmente falta munición de armas ligeras, tanques y sobre todo artillería. Las reservas no cubren 6 meses de batallas intensas como en 2014-2015. No tiene sentido invertir en nuevos tanques o lanzacohetes si luego no hay munición efectiva. Lo mismo ocurre con las armas ligeras. Los soldados rusos tienen chalecos antibalas de 6° nivel, y no son penetrados por la munición de 5,45 o 7,62 mm. Esto implica que en los polvorines hay munición ineficiente. Por ello, hace falta nueva munición dados los cambios cualitativos en el Ejército Ruso.
Sistema de mando y control Obolon-A (http://na.mil.gov.ua).
La artillería de lanzacohetes, morteros y tubo no es suficiente. Esto crea riesgos a la artillería ucraniana. Es ineficiente utilizar un Buk para destruir un dron ruso, o gastar toda la munición de un lanzacohetes múltiple para eliminar a un francotirador. Para un tanque atrincherado hacen falta hasta 600 disparos. Si un objetivo está protegido hacen falta miles de disparos. Los casos de derroche de munición incluso han llegado al fiscal militar. Ya sea porque los oficiales no están preparados, o porque se ignora el factor económico, es un problema serio que debe solucionarse.
Hace falta entrenar de manera efectiva al personal, y fabricar munición. Un proyectil de 152 mm cuesta 2.400 euros, y debe haber cientos de miles de proyectiles. Esta cantidad astronómica haría falta para comprar proyectiles en el extranjero.
El 80% de las operaciones realizadas incluía el uso de artillería. Cuando los combates se intensificaban, el peso de la batalla recaía de nuevo en la artillería, que es la espada y el escudo a la vez. Hace falta prestar atención a la artillería. Las FFAA ucranianas han aumentado el número de brigadas de artillería. Se han reactivado equipos en reserva, como los autopropulsados 2S5 Giatsint.
La principal ventaja de las unidades regulares rusas es que tienen una combinación de sistemas de inteligencia automáticos, administración de agentes de inteligencia, y directamente de las unidades en sí.
Se consiguió mejorar la capacidad con el dron ucraniano "Furii" y el polaco "Fly eye", utilizados por las brigadas de artillería. También se usaron varios sistemas de contrabatería estadounidense AN/TPQ-49 y AN/TPQ-36 Firefinder, que resultaron ser extremadamente útiles.
La empresa Lorta está desarrollando el sistema de mando y control Obolon-A; debería ser el "cerebro" de la brigada y automatizar el algoritmo de trabajo de la artillería, permitiendo disparar más rápido.
Para exploración se utilizan complejos soviéticos como el AZK-6 y AZK-7, pero no sirven para identificar rápidamente al enemigo, calcular la posición, disparar, y cambiar posición. El radar estadounidense permite detectar la posición del enemigo, pero el cálculo del disparo se hace de manera manual. Esto se va a automatizar. Hay varios desarrollos por parte de voluntarios, pero no se han aceptado porque deben ser integrados en el complejo Obolon-A. Sin control automático no se estará por delante del enemigo, incluso con un buen caño y munición costosa. Seguirá sufriendo pérdidas porque es lenta para los estándares de la artillería moderna.
EEUU no está interesado en suministrar misiles antitanque Javelin por varios razones y circunstancias. Lo primero es que no disparar a objetos fríos. Si el tanque no se mueve o está frío, es complicado engancharlo. Segundo, si hay polvo o lluvia, hay un problema con el lanzamiento. Tercero, es un sistema caro. La ventaja es que ataca al blanco desde arriba, si el objetivo es enganchado. Un Javelin cuesta 250.000$, y cada misil 100.000$. El cohete ucraniano "Corsario" es mucho más barato.
Se ha firmado un contrato con Turquía para suministrar radios FM que pueden funcionar a pesar las interferencias (EW) rusas ya que cambian de frecuencia. El año que viene entrará en servicio el misil (más bien cohete) Alder. La producción de blindados es más lenta de lo esperado, los tanques Oplot no llegarán antes de 2019.
Fuentes y enlaces de interés:-
https://www.segodnya.ua/ukraine/hvataet-li-u-ukrainy-boepripasov-smotrya-dlya-kakih-
Entrada blog: Incendio en un arsenal ucraniano en Kalynivka-
https://uk.wikipedia.org/wiki/%D0%90%D0%97%D0%9A-7