Ayer terminé de leer esta obra, muy conocida en círculos de aviación y considerada como un clásico sobre el tema. Terminada su lectura, puedo confirmar que en mi opinión es un excelente libro, aunque tenga algunos aspectos mejorables.
El autor ha hecho un gran esfuerzo de investigación y utiliza numerosas fuentes, tanto primarias (Bundesarchiv) como secundarias. Destaca el uso del diario de Von Richtoffen, uno de los principales protagonistas de la campaña de 1942 en la URSS. Esto permite dar al libro un hilo narrativo que no siempre se logra utilizando documentos originales.
El libro comienza con un repaso a las situación en el frente este en 1942, destacando los problemas alemanes (petróleo, falta de soldados y equipo) y las motivaciones de atacar el Caúcaso, donde la URSS disponía de pozos petroliferos de gran importancia. Antes de embarcarse en la operación “Blau” el autor narra con mucho detalle la toma de Sebastopol, vital para proteger el flanco alemán en caso de avance. Este capítulo me gustó mucho porque la toma de Sebastopol ha sido muy tratada en lo que se refiere a operaciones navales y aéreas. La coordinación entre Von Manstein y Von Richtoffen fue muy efectiva, y la caida de la fortaleza les cubrió de prestigio.
En los siguientes capítulos el autor decide separar las operaciones en el Caúcaso y las de Stalingrado para dar más claridad. Al principio no estaba muy convencido pero luego resultó ser muy práctico. En parte es lógico, ya que cuando la batalla en Stalingrado alcanzó su climax, apenas había unidades de la Luftwaffe en el Caúcaso. El autor destaca que Hitler sólo se obsesionó con la ciudad una vez quedó claro que la toma de los pozos petrolíferos era imposible, llegando a declarar públicamente que nada les echaría.de la ciudad del Volga.
Como es de esperar, el libro sigue con la Operación Urano y las tremendas consecuencias. Primero en rumanos e italianos, y posteriormente en los alemanes. Hayward es muy honesto en su análisis y recuerda problemas en la documentación a la hora de atribuir responsabilidades en lo referido al puente aéreo. La actitud de Paulus, Von Richtoffen, Hitler, Goering, Jeschonek y otros oficiales es minuciosamente analizada.
En esta parte del libro comienzan a surgir algunos problemas que podrían ser fácilmente mejorables. El principal es el referido a los mapas. Una y otra vez el autor se refiere al frente de “Chir”, en referencia al río, pero los mapas son completamente inadecuados. No es fácil entender cómo los soviéticos van cerrando la bolsa y tomando bases con los mapas y diagramas expuestos en el libro.
La parte final de la obra se centra en los esfuerzos de Von Manstein para llegar a los cercados y la organización del puente aéreo. Todo ello está muy detallado, con gran cantidad de cifras y datos. Los errores y dificultades de abastecer la enorme cantidad de tropas es tratada con mucho detalle, analizando qué suministros hacían falta, la disponibilidad de aviones, las bases a utilizar, cantidad de toneladas, medidas tomadas dentro de la bolsa… quizás se podría haber añadido algún apéndice con más información como las toneladas de suministros diarios durante todo el puente aéreo..
El apartado de las conclusiones es bastante largo, y el autor explica cómo Von Richtoffen pedo ir reconstruyendo sus unidades a medida que fracasaba el puente aéreo. Está bien que el autor explique la importancia de operar desde bases bien preparadas y pertrechadas, algo que se suele olvidar en muchas obras técnicas.
Fuentes y enlaces de interés:
- Stopped at Stalingrad: Luftwaffe and Hitler's Defeat in the East, 1942-43, de J. Hayward, Modern War Studies, 2001.
El autor ha hecho un gran esfuerzo de investigación y utiliza numerosas fuentes, tanto primarias (Bundesarchiv) como secundarias. Destaca el uso del diario de Von Richtoffen, uno de los principales protagonistas de la campaña de 1942 en la URSS. Esto permite dar al libro un hilo narrativo que no siempre se logra utilizando documentos originales.
El libro comienza con un repaso a las situación en el frente este en 1942, destacando los problemas alemanes (petróleo, falta de soldados y equipo) y las motivaciones de atacar el Caúcaso, donde la URSS disponía de pozos petroliferos de gran importancia. Antes de embarcarse en la operación “Blau” el autor narra con mucho detalle la toma de Sebastopol, vital para proteger el flanco alemán en caso de avance. Este capítulo me gustó mucho porque la toma de Sebastopol ha sido muy tratada en lo que se refiere a operaciones navales y aéreas. La coordinación entre Von Manstein y Von Richtoffen fue muy efectiva, y la caida de la fortaleza les cubrió de prestigio.
En los siguientes capítulos el autor decide separar las operaciones en el Caúcaso y las de Stalingrado para dar más claridad. Al principio no estaba muy convencido pero luego resultó ser muy práctico. En parte es lógico, ya que cuando la batalla en Stalingrado alcanzó su climax, apenas había unidades de la Luftwaffe en el Caúcaso. El autor destaca que Hitler sólo se obsesionó con la ciudad una vez quedó claro que la toma de los pozos petrolíferos era imposible, llegando a declarar públicamente que nada les echaría.de la ciudad del Volga.
Como es de esperar, el libro sigue con la Operación Urano y las tremendas consecuencias. Primero en rumanos e italianos, y posteriormente en los alemanes. Hayward es muy honesto en su análisis y recuerda problemas en la documentación a la hora de atribuir responsabilidades en lo referido al puente aéreo. La actitud de Paulus, Von Richtoffen, Hitler, Goering, Jeschonek y otros oficiales es minuciosamente analizada.
En esta parte del libro comienzan a surgir algunos problemas que podrían ser fácilmente mejorables. El principal es el referido a los mapas. Una y otra vez el autor se refiere al frente de “Chir”, en referencia al río, pero los mapas son completamente inadecuados. No es fácil entender cómo los soviéticos van cerrando la bolsa y tomando bases con los mapas y diagramas expuestos en el libro.
La parte final de la obra se centra en los esfuerzos de Von Manstein para llegar a los cercados y la organización del puente aéreo. Todo ello está muy detallado, con gran cantidad de cifras y datos. Los errores y dificultades de abastecer la enorme cantidad de tropas es tratada con mucho detalle, analizando qué suministros hacían falta, la disponibilidad de aviones, las bases a utilizar, cantidad de toneladas, medidas tomadas dentro de la bolsa… quizás se podría haber añadido algún apéndice con más información como las toneladas de suministros diarios durante todo el puente aéreo..
El apartado de las conclusiones es bastante largo, y el autor explica cómo Von Richtoffen pedo ir reconstruyendo sus unidades a medida que fracasaba el puente aéreo. Está bien que el autor explique la importancia de operar desde bases bien preparadas y pertrechadas, algo que se suele olvidar en muchas obras técnicas.
Fuentes y enlaces de interés:
- Stopped at Stalingrad: Luftwaffe and Hitler's Defeat in the East, 1942-43, de J. Hayward, Modern War Studies, 2001.
Alejandro, he leído este libro un par de veces y no ha sido suficiente.
ResponderEliminarTiene tanta información, que deja la impresión que debería haber tenido más páginas. Resumiendo, es un libro espectacular, pero deja gusto a poco.
Un saludo
Hace tiempo compra la trilogia de David Glantz, pero su lectura son palabras mayores por la densidad y tamaño. Saludos.
EliminarTengo el primero, To the gates of Stalingrad.
EliminarAún no le he entrado.
Por estos días estoy concentrado en la PGM. La cuaterna de Prit Buttar me dejó con ganas de saber más. Además, el centenario de la guerra disparó la publicación de una gran lista de libros relacionados. Ya volveré al Frente del Este!
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar