El periodista de censor.net.ua Yuri Butusov ha publicado un relato del coronel Evgeniy Sidorenko sobre la batalla de Ilovaysk. Sidorenko es comandante de las fuerzas acorazadas en la Zona Sur, sector B de la ATO (Anti Terrorist Operation en inglés). Su testimonio me ha parecido muy interesante, por lo que he decidido traducirlo al español. Como es de esperar, es muy personal, pero ilustra bastante bien los problemas de las FFAA ucranianas durante el conflicto, así como el devastador efecto de la artillería
El comienzo
Desde el primer momento estaba en Ilovaysk. Legué desde Marinka junto al grupo acorazado de Vasilyi Koval, equipado con 4 carros de combate y 4 BMP de la 17 Brigada de Tanques. Esta era nuestra principal fuerza de choque.
Los blindados disponibles eran viejos y necesitaban mantenimiento profesional. Yo soy “mecánico” y después de cada despliegue tenía que reparar vehículos. Sí, soy un oficial de estado mayor, un coronel, pero andamos cortos de profesionales cualificados, lo que me obliga a coger las herramientas y hacer reparaciones. Este es un problema serio, porque nuestros vehículos han estado mucho tiempo almacenados. Según las instrucciones del ministerio de defensa de la URSS, el periodo medio de almacenado de equipos militares era de 15 años. Nuestros equipos superan el doble de esa cifra [Nota 1]. Por lo tanto, nuestras unidades blindadas necesitan el apoyo de especialistas para realizar reparaciones.
El comandante del sector B, teniente general Ruslan Homchak , y los oficiales de estado mayor estaban en Ilovaysk para ejercer mando y control, y dirigir el equipo militar. Homchak estaba al mando de varias unidades, que en total sumaban una “Task Force” de casi un batallón. Los oficiales estaban en el frente, sin excepciones. No teníamos autoridad para retirar tropas de otros sectores del frente, por lo que todos los hombres disponibles (en el sector B) participaron en los combates por Ilovaysk. En caso contrario no hubiéramos tenido un número suficiente.
Evgeniy Sidorenko.
La operación para capturar Ilovaysk, y la cooperación de las unidades se hizo de una manera correcta desde el punto de vista táctico. Muchas vías de suministro enemigas fueron cortadas. Los blindados no eran suficientes, pero fueron personalmente distribuidos por el comandante en posiciones. Los mercenarios de la DNR (República Popular de Donetsk) utilizaban blindados para atacarnos constantemente. Su artillería también disparaba permanentemente.
Podríamos haber capturado Ilovaysk y haber rodeado completamente Donetsk si hubiéramos tenido más fuerzas. El principal problema es que no teníamos suficientes fuerzas en nuestra retaguardia. No teníamos medios para cubrir el área Starobeshevo-Kuteynikova. A pesar del envío de una pequeña reserva de batallones de voluntarios del ministerio del interior sólo se podía reforzar la defensa. Sus números eran pequeños, y un ataque era imposible sin más blindados.
24 de agosto
Recibimos información de la invasión rusa el día de 24 de agosto. Homchak pidió autorización para retirarse de Ilovaysk, pero se le ordenó aguantar. La retirada fue prohibida. Por ello, el comandante preparó una defensa circular. Por desgracia, la presión enemiga resultó en una desbandada de nuestros batallones 5° y 9° (Defensa Territorial) de Kuteynikova, dejando nuestra retaguardia sin protección.
A las 16:00 del día 24 nuestro grupo de reconocimiento se desplazó a Kuteynikova bajo el mando del jefe de inteligencia de la Zona Sur. Allí recogieron un vehículo “BRM-1K”, traido por nuestros soldados de la 28° o 30° Brigada Mecanizada. En ese momento fue cuando ocurrió nuestro primer contacto con tropas rusas. Nuestro grupo de covertura en Kuteynikova destruyó a los exploradores rusos avanzados –yo ví los BMP y BTR destruidos-. Examinamos el BMD – los números y símbolos habían sido tapados, pero el vehículo era nuevo-. Al mismo tiempo, y no lejos de nosotros, cerca de Kuteynikova, nuestras fuerzas destruyeron una unidad de paracaidistas rusos de la 98° División Aerotransportada, capturando 10 soldados rusos.
Más tarde, por la noche, los combates serios comenzaron. Nuestras posiciones fueron atacadas por artillería pesada. Nuestros refugios eran fiables, pero la artillería pesada con la ayuda de drones (UAV) aplastó estas ligeras fortificaciones. Sufrimos grandes pérdidas de material y transportes, soldados murieron. No obstante, nuestro grupo de combate inutilizó un tanque ruso con la ayuda de un BMP. Yo no participé personalmente en este combate, pero se me pidió que inspeccionase el trofeo de manera inmediata. La tripulación había abandonado el tanque y huido junto a otros blindados rusos.
Subí al tanque y descubría que era un T-72B-3 ruso, última modificación de este modelo, que entró en servicio en 2012
[Nota 2]. La modificación principal es una mira térmica “Sosna-U” para el comandante y artillero. Las miras del tanque estaban dañadas por nuestro fuego, pero después de una pequeña reparación era posible utilizarlas, aunque la cámara térmica y el estabilizador vertical no funcionaban. El resto de los sistemas estaban completamente operativos.
Sidorenko con el T-64 camuflado.
De acuerdo a los documentos, el tanque pertenecía a la unidad militar № 54096 de la Federación Rusa. Esta es la 8° Brigada Motorizada de Fusileros, 3ª Compañía. El comandante de la compañía era Rashitov A.R., y el comandante del tanque el sargento Goncharov. Me quedé con el tanque para el grupo, y lo conduje personalmente hasta nuestra posición. Durante el escape este tanque salvó las vidas de muchos de nuestros soldados, y a mí personalmente.
En la noche del 24, soldados de la 93° Brigada Mecanizada equipados con 7 BMP se unieron a nosotros. Se habían trasladado desde Saur-Magila. En cambio nuestra artillería tuvo que dejar nuestra pequeña área protegida. En cuanto disparaba –ocurrió varias veces- el enemigo localizaba la posición utilizando estaciones de inteligencia, que cubrían toda nuestra área. Hubo graves pérdidas, y nuestra artillería se tuvo que retirar. Nos quedamos únicamente con morteros y una cantidad limitada de munición. Esta rápidamente se agotó Obviamente, sin el apoyo de la artillería, sin refugios duraderos, y sin reservas, sólo podíamos aguantar un poco en Ilovaysk. En la noche del 24 podríamos haber escapado sin interferencias, pero no se dio orden de evacuar.
25 de agosto
Las órdenes eran no retirarse. Nuestras tropas se prepararon para repeler el ataque ruso con tranquilidad y sin pánico. El hecho de que Homchak se quedase con nosotros en el frente hizo una profunda impresión a oficiales y soldados. Su ejemplo hizo posible evitar pensamientos sobre una retirada. Homchak arriesgó su vida cuando se quedó; en el momento de abandonar el área el puesto de mando parecía un paisaje lunar.
A aproximadamente las 15:00 del 25 descubrimos una columna de blindados rusos entre Kuteynikova e Ilovaysk. En total eran 16 incluyendo dos tanques. Se movían directamente hacia nosotros. Nuestras fuerzas eran sometidas a bombardeos de artillería. Escuché sobre este movimiento vía radio. Estaba junto al tanque ruso capturado, pero todavía no se había formado una tripulación. Me puse a reparar el tanque porque sabía que en las posiciones que cubrían la carretera solo había un cañón AT Rapira, perteneciente a la 2° Batería AT de la 51° Brigada Mecanizada. Tras repararlo me puse en el asiento del conductor y conduje hasta el área amenazada. El comandante de batallón Kovalev estaba operando el cañón. Es uno de los que logró salir del cerco de Ilovaysk, por lo que le puedo mencionar. También escribí el nombre del artillero, pero no figura como escapado, por lo que no puedo hablar de este heroico soldado.
Los chicos se mostraron brillantes y profesionales. El primer disparo del cañón AT destruyó un MTLB-6M, que sólo sirve en el ejército ruso. En ese momento me di cuenta que necesitaba cubrir el cañón mientras se recargaba. Para despistar al enemigo me adelanté en la carretera, me coloqué en el asiento del comandante, y abrí fuego con la ametralladora pesada. Estaba un poco ansioso, por supuesto. No sabía quién estaba detrás de mío; si harían fuego de cobertura, o si se retirarían dejándome sólo en esta área abierta y sin posibilidades. Los chicos se comportaron como profesionales y verdaderos héroes. Destruyeron otros dos vehículos militares. Los rusos abrieron fuego de manera indiscriminada, y bajo la cubierta de humo y fuego los 3 vehículos de la avanzadilla se retiraron, dejando sus muertos y 1 herido grave perteneciente a la 31° Brigada de Asalto Aéreo.
Durante este periodo, nuestras fuerzas de inteligencia trabajaron activamente y con efectividad. Teníamos información detallada de las posiciones del enemigo. Se hacían exploraciones activas de manera constante. Los exploradores lucharon heroicamente. Uno de nuestros grupos hizo un raid tras las líneas enemigas. Cuando volvieron, ví que de 9 sólo quedaban 4.
Luchamos, cumpliendo las órdenes del mando ATO, y aguantamos en nuestras posiciones. El resto de tropas fue retirado de las áreas de Kuteynikova y Starobeshevo. Con nuestras pobres fuerzas, por supuesto que no podíamos aguantar en esta área. El enemigo se aprovechó de nuestra debilidad y rebasó nuestras posiciones, moviéndose hacia el oeste unos 25-30kms y cerrando una bolsa alrededor de Ilovaysk. Los intentos de pequeñas fuerzas para alcanzar nuestro grupo (desde fuera) no tuvieron éxito. Estas tropas fueron derrotadas. Lo sabiamos y nos dimos cuenta que no habría rescate. Para entonces sólo quedaba munición para 1-2 días máximo, y en ese momento la situación sólo podía empeorar. Por lo tanto, el general Homchak decidió romper el cerco.
El escape
Empezamos a reparar vehículos. De dos o tres estropeados conseguimos hacer funcionar uno. Antes de salir, destruimos cualquier equipo de comunicaciones secretas. Escuché a un “jefe” decir que el grupo necesitaba atacar desde Ilovaysk a Khartsyzsk, no retirarse. Nos sorprendió mucho, pero no teníamos opción más que retirarnos a Starobeshevo. Las carreteras estaban fuertemente defendidas por tropas rusas.
Ofrecimos a los rusos un intercambio: Sus soldados capturados por un corredor para nosotros. Los comandantes rusos nos dijeron que proporcionarían un corredor seguro para el grupo. Como fue confirmado por los dirigentes políticos rusos y ucranianos, decidimos movernos en un convoy. Sin embargo, en la mañana del 28 los rusos empezaron a apretar el cerco. Ahora quedaba claro que era una trampa. El enemigo reforzó sus fuerzas en dirección a Starobeshevo bajo la excusa de las negociaciones.
Formamos dos convoyes. Cada uno estaba dirigido por un oficial del mando “Sur”. Por encima de ellos estaba Homchak. Un grupo tenía 4 tanques, el nuestro 2. Nuestras fuerzas eran muy pequeñas. Nuestra columna era liderada por el coronel Grachev, y la ruta iba de Mnogopoloe a Komsomolsk a través de Novokaterinovku.
Me sorprende que algunas personas digan que los comandantes abandonaron los convoyes. Es una mentira insultante. Los comandantes, junto al resto, corrieron el mismo riesgo. Nuestro comandante, coronel Grachev, y uno de nuestros mejores oficiales, el brigada de comunicaciones coronel Boris Kifarenko, murieron heroicamente en la batalla. Un número de oficiales fue capturado tras ser heridos. El staff del cuartel general del Sector B fue a la batalla como simples soldados, con armas en las manos. Nuestros oficiales lucharon y murieron, como lo hicieron los voluntarios. La memoria de estas personas debe ser respetada, y no mancillada.
My T-72 era el segundo de nuestra columna. Tuve mucha suerte de tener una tripulación formada por héroes de la 17° Brigada Acorazada, Sergei Isayev y Eugene Martyniuk. El artillero de su vehículo había sido evacuado a la retaguardia mientras que ellos se habían quedado
[Nota 3]. Buscamos a estos héroes un nuevo tanque. Yo me coloqué en el asiento del artillero. Comenzamos el escape. La batalla comenzó al poco de comenzar a movernos. En los 4 anteriores días el enemigo había preparado defensas profundas. No teníamos apoyo artillero, sólo lo ví a las 12:00, pero era raro y poco preciso, No teníamos apoyo de la aviación. Sólo vi un par de aviones en una ocasión, nada más. Nos movimos utilizando nuestro poder de fuego y maniobra. Nuestra tarea era de actuar como un ariete y desviar el fuego enemigo sobre la columna. El cerco del enemigo era muy estrecho.
Es difícil de creer que sobreviviésemos. Conducimos unos 22kms bajo fuego enemigo. Sobrevivimos con la ayuda de la pericia de la tripulación, en especial el conductor, Eugene Martyniuk. Maniobraba constantemente, utilizando el terreno, y creando oportunidades para disparar, para luego cambiar de posición sin retraso. Era importante suprimir el fuego enemigo sin retrasar el cambio de posición, para no permitirles ajustar el fuego. La táctica funcionó bien, pero recibimos muchos impactos. Al poco el otro tanque de nuestro convoy fue destruido, pero nosotros tuvimos suerte.
¿Con que precisión disparamos? Vi un BMP enemigo explotar y logramos impactos directos en otros dos, pero los rusos tenían una clara ventaja en números y estábamos casi sin munición. Nuestro tanque fue impactado mortalmente te tras 22kms. Teníamos que romper el cerco entre las posiciones rusas. En ese momento ya habíamos recibido impactos en los lados y teníamos varias heridas, causadas por fragmentos secundarios del tanque. Todos los instrumentos de observación estaban destrozados. Casi escapamos, pero recibimos un impacto directo de un tanque. Martyniuk se golpeó con
un periscopio y quedó inconsciente.
Bajo cobertura de fuego de ametralladora, saqué a Martyniuk del tanque y le puse vendas. Por suerte, sus ojos estaban intactos, a pesar de que tenía numerosas heridas de metralla en la cara. Era imposible reparar el vehículo, así que lo tuvimos que abandonar. Sergei tenía un fusil de asalto. Yo había dejado el mío en el tanque. El de Sergei no era muy fiable y sólo podía disparar en modo simple. Fueron los campos de girasoles los que nos salvaron. Pasamos un grupo de soldados rusos y llegamos a nuestras líneas. Caminamos 30kms en una noche, nos trataron las heridas, y vuelta al servicio. Hay una guerra y mucho trabajo por hacer.
Como conclusión a la batalla de Ilovaysk sólo diré. He luchado junto a verdaderos héroes, y gracias a todos, mostraron valor y coraje. En Ilovaysk no ví un solo cobarde. Ví como disparábamos a las tropas rusas y estas huían. Podemos defender a nuestra nación de la agresión rusa, pero esto requiere profesionalismo – a todos los niveles, mando, movilización, nivel de equipo, inteligencia, coordinación, equipos técnicos y logística. Debemos luchar en la sagrada memoria de nuestros héroes, aquellos que sobrevivieron a Ilovaysk, y a aquellos que se quedaron para siempre.
Fuentes y enlaces de interés:
-
https://burkonews.info/
Nota 1: Los T-64 dejaron de fabricarse en 1987, por lo que los últimos ya tienen 28 años. La munición es incluso más antigua (
enlace).
Nota 2: La foto no muestra muchos detalles, pero a finales de agosto aparecieron fotos de un T-72B3 capturado en un terreno similar (
enlace). Lo que no encaja es que este T-72 fue capturado -según los datos que tengo- el 27. El relato es del 24, pero podría ser otro tanque o que una de las fechas no sea exacta.
Nota 3: el tanque de esa tripulación se puede ver en este enlace
(hacer click). El nombre del artillero era Igor Ivanchenko.