jueves, 13 de junio de 2013

Pilotos de caza franceses en 1940: informes y quejas

La victoria de Alemania sobre Francia en mayo de 1940 sorprendió al mundo entero. En 1914, los ejércitos del Kaiser habían luchado enconadamente durante 4 años por derrotar a los franceses, pero nunca pudieron cumplir su objetivo, a pesar de estar cerca en 1914.

En mayo de 1940 los alemanes se tomaban la revancha. Tras romper el frente en Sedán, las divisiones panzer avanzaron hasta el mar, cercando las mejores unidades del ejército francés y a toda la fuerza expedicionaria británica (BEF). En el aire, la Luftwaffe consiguió el dominio del aire frente a los anglofranceses, teoricamente superiores en número. Tras destruir parte de la aviación enemiga en tierra, la Luftwaffe creo un auténtico paraguas aéreo que apoyó al Heer durante toda la campaña. La RAF y Armée de l’Air sufrieron gravísimas pérdidas intentando para el avance enemigo, pero fue imposible.

Pilotos de caza franceses en 1940: informes y quejas
                                             Morane-Saulnier 406 (http://www.militaryimages.net)

Tras el armisticio el gobierno de Petain encargó a las FFAA informes para sacar conclusiones de la guerra. Algunos de ellos se conservan en los archivos franceses, conocidos como Archives du service historique de l’Armée de l’Air. Los disponibles fueron escritos por comandantes de grupos de caza, equipados con Morane-Saulnier 406, Curtiss H-75 y Dewoitine 520, y arrojan una perspectiva muy interesante sobre la derrota francesa en el aire.
En general se puede decir que la derrota se basa en 2 razones principales:

- Entrenamiento y doctrina.
- Equipos militares.

Los informes apuntan a que el entrenamiento en periodo de paz no era adecuado. La lista de fallos es larga. El entrenamiento era conservador por miedo a accidentes, y los combates aéreos se practicaban en situaciones de 1 contra 1. Una vez empezado el combate cerrado, cada uno hacía lo que podía y no había cooperación entre compañeros.

Las prácticas de disparo eran completamente inadecuadas, probablemente por la falta de experiencia en conflictos modernos. El reglamento indicaba que se podía causar daño a aviones enemigos disparando desde 800 metros hasta bocajarro. En los entrenamientos, se enseñaba a los pilotos a interrumpir el fuego a 200 metros si se atacaba por la cola, 400 metros si era por el morro, y 0 a través (en perpendicular).

Por falta de material moderno, se practicaban ataques contra blancos que volaban a baja velocidad. Los ataques se realizaban de una manera lenta, y se disparaba en varias pasadas.

En combate toda esta teoría se mostró completamente incorrecta. Los bombarderos alemanes operaban en grandes formaciones, y cada aparato disponía de varios artilleros que abrían fuego contra los cazas enemigos. En muchas ocasiones iban escoltados por Bf 109 volando a más altura, o por delante, con lo que era imposible hacer una aproximación como en los entrenamientos.

En 1940 todos los aviones alemanes disponían de blindaje y depósitos autosellantes. Esto se notaba mucho a la hora de aguantar impactos. Los pilotos franceses destacaron que los disparos entre 200 y 400 metros no mostraban resultados. Había que aproximarse a 80-100 metros.

Los vuelos en formación también se mostraron poco adecuados. No se practicaron vuelos en grandes formaciones. La más grande era de 9 aparatos agrupados de 3 en 3. Tampoco se practicaron misiones de escolta. En palabras de un informe, el número de aparatos en el aire nunca fue suficiente para hacer frente a la escolta y los bombarderos al mismo tiempo.
                                                          Curtiss H-75 francés (www.gc2-4.com).

La doctrina tampoco estuvo a la altura. La cadena de mando estaba dispersa y demasiado dividida. Durante el conflicto se mostró demasiado rígida, y privó a los mandos de autonomía. Muchas veces las órdenes llegaban tarde, o no tenían sentido. Las comunicaciones entre los controles terrestres y los aviones era deficiente, lo cual tenía serias consecuencias. En un combate aéreo es una gran ventaja contar con más altura que tu adversario, porque puede ser convertida en velocidad. La lentitud a la hora de reacción hacía que los cazas franceses comenzasen los combates en posición desventajosa, con los alemanes por encima.

Los cazas alemanes disponían de otra ventaja clara, y era la superioridad de sus radios. Las tácticas en grupo, buena comunicación, y superior número les convertía en un enemigo difícil de batir. Los pilotos franceses tampoco habían previsto algunas tácticas de la Luftwaffe, como escapar a ras de suelo, o volar a gran altura.
 
Finalmente, los aviones de caza utilizados por la Armée de l’Air mostraron importantes carencias, salvo el Dewoitine D520. En mayo de 1940 la fuerza aérea estaba en pleno proceso de renovación; la industria francesa no podía cumplir con el volumen requerido por lo que se firmaron importantes contratos con EEUU para la adquisición de aviones. Los Curstiss H-75 americanos tenían buena maniobrabilidad, pero su armamento -4 ametralladoras- era demasiado ligero y la velocidad punta no era idonea. El Morane-Saulnier 406 estaba en peor situación. Su armamento era satisfactorio, pero era 100km/h más lentro que el Bf 109, por lo que el caza alemán tenía la iniciativa en combate. La escasa velocidad le ponía en apuros a la hora de interceptar bombarderos, porque tras una primera pasada no podía alcanzar a los bombarderos de nuevo. El Dewoitine fue evaluado como comparable o superior al Bf 109.

Fuentes y enlaces de interés:

Este texto se basa en un artículo titulado Les rapports des pilotes francais denoncant les carences de 1940, escrito por Michel Benichou. Se puede encontrar en la primera fuente.

- Le Fana de l’Aviation, mayo 1999, páginas 53-55.
- http://www.cairn.info/resume.php?ID_ART ... C_202_0007
- http://kurfurst.org/Tactical_trials/109 ... 9e_tt.html

1 comentario:

  1. Alguna explicación tenía que haber para la victoria alemana. La aviación francesa sola, era superior en cantidad a la alemana. Y la diferencia entre los equipos, no explicaba el resultado por sí solo. Otra cosa que fué muy importante, fué la permanente iniciativa de los alemanes. Sabedores de su inferioridad numérica, dependían de tres factores: uno de ellos ya lo tenían, aviones efectivos para el desafío. Pero había dos cosas más: el factor sorpresa, y mantener siempre la iniciativa. Me parece que este artículo no toma en cuenta estos dos últimos factores, que a mi modesto modo de ver, tuvieron tanta o más importancia que las características técnicas de las aeronaves.

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