El autor británico Anthony Beevor ha denunciado que el gobierno ucraniano ha incluido su libro sobre Stalingrado entre 25 obras cuya venta está prohibida en Ucrania. El motivo es su “contenido anti-ucraniano”, por hacer referencia a una masacre de 90 niños judíos perpetrada por milicianos ucranianos. Serhiy Oliyinyk, responsable de licencias y distribución de TV y radio ha declarado que es una provocación, y que la fuente es un informe del NKVD.
Beevor ha respondido indicando que la fuente es alemana, de un oficial antinazi llamado Helmuth Groscurth. También se hace referencia al suceso en la obra “The Good Old Days: The Holocaust As Seen By Its Perpetrators and Bystanders”.
La postura de Beevor ha recibido apoyos en Ucrania, donde algunos han tildado la censura de ridícula. En cambio el traductor ucraniano Steve Komarnyckyj ha hecho algunas observaciones interesantes. En la obra original (en inglés) pone que la masacre de Babi Yar fue cometida por dos batallones de policías, mientras que en la traducción rusa pone que fueron dos batallones de nacionalistas ucranianos. En otro pasaje el término “milicia ucraniana” se sustituye por “nacionalistas”.
Quizás sea razonable revisar la traducción, aunque es innegable que muchos ciudadanos de Ucrania y otras repúblicas exsoviéticas sirvieron en unidades alemanes como auxiliares, o colaborando con las autoridades de ocupación. Sólo hay que ver la simbología del batallón Azov. El caso más famoso es el de Vlasov, general capturado por los alemanes y que organizó un ejército contra Stalin (*). Pretender a estas alturas esconderlo o matizarlo es un sinsentido.
Fuentes y enlaces de interés:
- https://www.theguardian.com/
(*) De hecho en Rusia está pasando algo parecido con una película satírica sobre la muerte de Stalin.
Esa masacre de los huérfanos es de las más famosas, y figura en muchísimos libros, en español también está en el libro sobre los Einsatzgruppen de Rhodes, por ejemplo.
ResponderEliminarEl asunto se destapó con los diarios del tal Groscurth, un oficial del círculo de Canaris pero completamente desconocido hasta que sus descendientes encontraron su diario en 1969. Se lo había dejado a su esposa, pero la buena señora no se molestó nunca en mirarlo. Se publicó una edición crítica en 1970, y creo recordar que lo que narra está corroborado con la documentación y los diarios de dos capellanes alemanes, uno católico y otro protestante, ojo que escribo de memoria y puedo equivocarme. The good old days lo tengo en alguna parte, si le interesa a alguien algún dato puedo buscarlo.
Segun wikipedia en ingles fueron auxiliares ucranianos
ResponderEliminarBueno, lo de Ucrania es más exagerado pero la modificación de la historia es una poderosa arma utilizada por todos los países y regímenes en el pasado y el presente. De hecho la misma historia en si misma no es una verdad absoluta, sino una interpretación de la realidad filtrada por quien la escribe. En España pocas lecciones podemos dar sobre este aspecto.
ResponderEliminarTotalmente deacuerdo
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