Estas fotos muestran una serie de pruebas que el ejército holandés hizo en febrero de 1968 con el Chieftain británico y el Leopard-1 alemán. Es curioso porque ambos vehículos habían sido construidos en parte con las enseñanzas de la Segunda Guerra Mundial, y habían dado resultados muy diferentes.
Los británicos siempre estuvieron por detrás de los alemanes en blindaje y potencia de fuego, por lo que sus carros de posguerra estaban entre los más protegidos y armados. El Chieftain no era la excepción. Fue el primer carro medio occidental en disponer de un cañón de 120mm.
Los alemanes prefirieron diseñar un vehículo más ligero y maniobrable. En la época se predijo que los misiles AT siempre derrotarían a la coraza, así que se instaló un blindaje ligero.
Los holandeses se decantaron por el modelo alemán. Era más barato y se estaba construyendo en mayores cantidades. Otro aspecto positivo es que casi todas las unidades holandesas se desplegarían en Alemania, por lo que se podrían utilizar las instalaciones de los Leo alemanes. Finalmente, el Chieftain presentaba problemas de movilidad debido a la poca fiabilidad del motor.
Fuentes y enlaces de interés:
O sea, el Leo se movía.
ResponderEliminar;)