Testimonio de pilotos sirios: Coronel Abdulsatar Al-Assaf (Primera parte)

Este es el segundo testimonio de antiguos pilotos sirios. Es mucho más largo que el anterior, y toca muchos temas, como la campaña israelí en 1982. Esta seria la primera parte, la segunda le seguirá en unos días. Como es evidente, se trata de un testimonio muy personal.

Entrevista con el coronel Abdulsatar Al-Assaf, 49 años de edad, Nació en la ciudad de Hama. Al-Assaf se graduó en la academia de la fuerza aérea en 1988. Voló los aviones de entrenamiento MBB 223 Flamingo, PAC MFI-17 Mushshak y L-39 Albatros. Como piloto de combate voló en el MiG-21MF. Antes de la guerra era un instructor basado en la base 'Ksheish' y la academia de ''Kweiress''. Entre 2010 y 2011 entrenó a pilotos yemeníes. Desertó a finales de diciembre del 2012.

Coronel Abdulsatar Al-Assaf junto al un L-39.

El MiG-21 era un avión impresionante. Letal, ágil, prestaciones excelentes, puede aguantar un duro castigo y es muy maniobrable

La peor característica es el aterrizaje. Se trata de un avión legendario, muy ágil y maniobrable, pero es complicado aterrizar debido a la pequeña superficie de las alas y la alta velocidad de aterrizaje en comparación con otros cazas. Los modelos americanos de la serie F aterrizan a una velocidad media de 180 km/h. El L-39 también. El MiG-21 lo hace a 220-240 sin el sistema SBS. Con este podías aterrizar a 200 km/h. Era complicado, además los aviones eran viejos y tenían poco mantenimiento.

El L-39 Albatros es un gran avión para entrenamiento, probablemente el más utilizado del mundo si no se equivoca.

Un piloto normal no vuela mucho, estima que unas 50 por año. En ocasiones los instructores podían alcanzar 25 por semana. Se hacían pocas misiones (de entrenamiento). Estas y los vuelos a ras de suelo estaban prohibidos. Con esos recursos se intentaba a formar buenos con lo que había a mano. Definitivamente no se puede comparar a otros países, pero era lo mejor posible.

La fuerza aérea siria (SyAF) dispone de pocas armas de precisión. Los MiG-29 disponen de misiles guiados por láser y lo que en inglés se llama 'Smart Helmet', con el cual el piloto sólo debe mirar al objetivo para engancharlo y lanzar un misil. La SyAF no utiliza todo el potencial del MiG-29. Tiene 2 escuadrones pero no están en muy buenas condiciones y tampoco han sido modernizados. El Su-24 también está equipado con munición inteligente. Este avión es único porque puede cargar 8-10 toneladas de armamento. La SyAF dispone de 1 escuadrón, pero no los aviones no se usan mucho porque están en malas condiciones. Dos Su-24 han sido derribados por los rebeldes: uno en Deraa y otro en Idlib, cerca de Dana.

La mala condición de los aviones se debe a una combinación de pérdidas y deficiente mantenimiento. Algunos aviones simplemente fueron “congelados” y escondidos en hangares durante años. De repente fueron sacados y reactivados. Si uno sabe un poco de aviación, sabrá que cualquier aparato necesita algo de mantenimiento tras ciertas horas. Por ejemplo, después de 50 horas se hace una revisión rápida, después de 100 otra más detallada. Con la de 150 pasa lo mismo. En la de 200 el aparato se desmonta y vuelve a montar. Esto n ose hizo o se saltó por diversos motivos. Antes de la guerra era por corrupción y  ahora por falta de repuestos y personal cualificado.

Muchos de los aviones eran obsoletos y ya no se producían en Rusia. Aunque cueste creerlo, muchos de ellos quedaban en tierra porque no había tornillos ni juntas de goma para los depósitos de combustible. A veces se producían piezas en Aleppo pero no estaban a la altura del estándar la industria. Les daba igual y con frecuencia los aviones se incendiaban al despegar o en vuelo. Había aviones que casi se desintegran por los daños al motor ocasionados por las oscilaciones violentas y vibración. Todo el mantenimiento se realiza por personal sirio.

No había libertad durante la misión. Hay que seguir la ruta planeada y obedecer las órdenes, o atenerse a las consecuencias.

De los 32 pilotos 29 eran alauitas y 4 suníes. A veces había un druso o cristiano.

Sobre la efectividad de la defensa aérea: No muy efectiva menos la red que protege la costa de Siria (Sahel), que es donde están la mayoría de alauitas. Disponen de un radar ruso avanzado y una batería de defensa aérea moderna.

La SyAF disponía de una increíble cantidad de municiones. De todo tipo. No puede decir el número de misiles porque no lo sabe, pero se está utilizando todo contra civiles.

Las discusiones políticas abiertas eran posibles si lo que querías era suicidarte.

Muchos pilotos desaparecieron y murieron en la cárcel de Palmyra por rezar o ayunar abiertamente. Al-Assaf no se atrevía a rezar en la base y se le tildó de religioso porque a veces iba al rezo de la congregación y su mujer lleva un velo. Solía cerrar su oficina y rezar lo más rápido posible. Si alguien llamaba interrumpía los rezos y decía que se estaba cambiando “De todas maneras ya lo sabían porque no son tontos, pero disfrutaban sabiendo que podían meterse con nosotros. Era peligroso porque si te tocaba alguien realmente malicioso, te podía hacer desaparecer denunciándote al moukhabarat o alto mando. Lo peor era durante el Ramadán. Ponían música alta, y comían y bebían alcohol delante nuestro para provocar. Viniendo de Hama, tuve a unos vecinos cristianos y juro por Dios que nunca harían algo así durante el Ramadán, a pesar de que eran la mayoría, por respeto a nosotros.”

La moukhabarat siempre estaba vigilante. Cada 6 meses había que pasar unas pruebas. Cualquier piloto alauita podía ser un agente del que no te podías fiar. Incluso había algunos suníes, cristianos o drusos ambiciosos pero estos eran extremadamente raros.

Con los alauitas se podían establecer amistades, pero no muy cercanas. Con los drusos y cristianos es otra historia.

La doctrina del régimen es asesina y viciosa. Ven a los suníes y no-alauitas como inferiores. Se han aliado con los drusos y cristianos porque los necesitan y confían en ellos. Al-Assaf está seguro de que cuando se conviertan en un obstáculo, no dudaran en golpearlos.

Ya sabía que el régimen era despiadado, y que (la guerra) no iba a ser un paseo. Estaba en Hama cuando ocurrió la masacre de 1982. Caminó por las calles del barrio de Keilanié y pudo ver las cabezas, y restos de brazos/piernas/torsos tirados. Vio como las excavadoras reducían barrios enteros a escombros, demoliéndolos sin más. O sea, que todos sabían lo asesino, vicioso y malicioso que el régimen era.

En las bases de Ksheish and Kweiress los pilotos alauitas se jactaban muchas veces de cómo lanzaban bombas y mataban a los “sucios suníes”. A veces les preguntaban “¿Alcanzaste el objetivo? Respondían que no, que las lanzaban sobre poblados o buques de pesca “Qué más da, son suníes, que se quemen”. Al-Assaf jura que esa fue su respuesta. También había algunos buenos, pero eran muy raros y muchas veces eran marginados por su gente cuando eran descubiertos. En cuanto a los objetivos de la fuerza aérea, quemar tierra y poco más. De hecho es uno de los eslóganes: “Al Assad Aw Nahrek Al Balad” (Assad o quemamos la tierra).

Muchos de los pilotos que son leales al régimen no tienen otra opción. Su destino depende del mismo. No cree que haya verdaderos creyentes en el régimen, sino que su destino está ligado al mismo. Muchos actúan por odio contra los suníes, inculcado desde que nacieron. Cuando estuvo en Ksheish al inicio del conflicto, los oficiales alauitas hacían bromas y se jactaban de cómo lanzaban bombas o ametrallaban esto o lo otro, Era intencional y evidente que les daba igual.

Al-Assaf desertó porque se negaba a matar población siria. Se niega a ser una herramienta en el engranaje de un régimen asesino y se niega a convertirse en el esclavo de una  institución sectaria que le utiliza para cometer crímenes contra la misma gente que juró defender.

Su vida después de desertar es más dura de lo que uno se puede imaginar. Nunca fue rico y nunca lo será, pero no pasa nada. Le da igual y tiene paciencia, a pesar de la miseria. Su conciencia está tranquila porque nunca ha lanzado una bomba sobre civiles ni ha disparado un misil a una casa. Eso es suficiente para él. Está donde se le necesita.

No puede confirmar si ISIS o los rebeldes tienen capacidad de operar aviones. Utilizar modelos a escala es sencillo, y obtenerlos muy complicado, pero aquí es poco realista. Para cumplir los objetivos hacen falta aviones militares, y para utilizarlos hacen falta muchas más cosas: combustible, armamento, entrenamiento, bases operativas, comunicaciones, navegación, repuestos, soporte, y lo más importante, mantenimiento.

Los rebeldes necesitan aparcar las diferencias y unirse en una sola fuerza de ataque. Los kurdos son hermanos y una parte integral de ellos y de Siria. No hay duda de ello. Deben ser tratados como sirios y tener todos los derechos que merecen. En las manos del régimen han sufrido las mismas atrocidades que los suníes y peor Sólo se les reconoció hace unos años y estaban muy pobremente representados en el parlamento. Espero que los kurdos no se echen en manos de líderes de guerrilla ambiciosos y unan las fuerzas con los rebeldes para derrotar al régimen e ISIS,  y formar un país donde impere la justicia e igualdad “Les necesitamos y nos necesitan. En lo más profundo somos lo mismo y queremos una sola cosa: Libertad, libertad dentro de un país.”

Es optimista sobre la posibilidad de que Siria se disgregue. No lo quiere. Quiere una Siria unida y que gobiernen todos aquellos que lo merezcan. “Hemos sufrido mucho y sé que hay gente a la que no le va a gustar lo que voy a decir, pero hablo de experiencia, y como se dicen en Siria: El que ve no es el mismo que el que cuenta”.

Termine como termine el conflicto, la conclusión es que la justicia debe imperar y que aquellos que lo merezcan se alzaran al frente del país. No sabe cuándo terminará el conflicto. Nadie lo sabe y cualquiera que pretenda saberlo está mintiendo, y lo sabe.

Los rebeldes se han vuelto expertos en contrarrestar a la SyAF y en técnicas AAA. Sus capacidades han mejorado. Durante estos años pilotos que han desertado se han convertido en asesores. También han desarrollado armas por sí mismos. Uno debe de entender que es la propia SyAF la que se ha cavado su propia tumba en la mayoría de ocasiones. Debido al pobre mantenimiento e insuficiente entrenamiento, así como el miedo de ser derribado, no han aplicado las reglas de combate correctas, y se han convertido en un blanco sencillo para los rebeldes. Muchas veces lanzan las bombas y retornan lo más rápido posible para evitar entrar en zonas peligrosas. Es una locura porque causan más daño en las zonas civiles… con gente inocente. La precisión contra objetivos militares de algo valor, ya sean de FSA o Nusra, es muy baja.

Cuando empezó la revolución, los pilotos fueron puestos bajo vigilancia en el aeropuerto Ksheish. Al principio tenían mucho miedo y no sabían qué hacer. Entonces empezaron a utilizar la aviación contra la población, lo que provocó una oleada de deserciones. Dos de sus estudiantes desertaron. Ahora están en Suecia y Dinamarca si recuerda bien. El aeropuerto de Ksheish se convirtió en la base utilizada para salidas contra Maskané, Deir Hafer, el lago Assad y partes de Tabaqa. El líder del escuadrón, un alaui, sólo escogía pilotos alauíes para estas misiones. Los pilotos suníes se quedaron en tierra –su escuadrón tenía 32 pilotos-.

Entonces el líder empezó a pedir a Al-Assaf que ejecutase misiones. Querían implicar a los suníes para que se sintiesen culpables y comprobar nuestra lealtad. Se negó. Esto podría haber sido castigado con pena de muerte, pero tuvo mucha suerte. En 2011 Al-Assaf estaba en Yemen y contrajo una enfermedad en los riñones. Esta le hacía orinar sangre en ocasiones. Esto estaba indicado en un informe y lo utilizó para informar de que no podía volar. En agosto de 2012 la Moukhabarat se reunió con él y le pregunto por qué no podía volar. Cuando lo explicó quedaron convencidos y no pasó nada. Otros no tuvieron tanta suerte y se vieron obligados a volar misiones, sobre todo en biplazas Albatros. Al piloto suní se le pedía que fuese el navegador. El piloto que va delante se encargaba de disparar y lanzar bombas.

Durante todo ese tiempo estuvieron sitiados en Ksheish, y muchos meses no podían salir de la base. Sólo los aviones podían. Al-Assaf tenía miedo que los rebeldes lograsen penetrar en la base y que le sorprendiese en mitad de ello. No sabía que en realidad sus propios hermanos estaban con los rebeldes y que estaban buscando la manera de liberarle a él y a cualquier otro piloto que quisiese desertar.  Eso lo descubrió más adelante. Se les ordenó estar armados en todo momento y esperar una confrontación en cualquier instante. Tenía que tener su AK-47 a mano en todo momento. También tenía un chaleco antibalas con munición y una pistola cargada. Durante algunos días tuvo miedo. No sabía quién iba matarle primero.

En diciembre de 2012 empezaron a trasladar a todos los oficiales de rango superior de Ksheish a Kweiress, a dos minutos de la base por aire. Al-Assaf  empezó a quejarse de dolor y aceptaron transportarle en helicóptero. Junto a él iba un coronel alauita llamado Waleed Darwish. Despegaron de noche y sin luces, para evitar alertar a los rebeldes. A pesar de ello el helicóptero aterrizó en Kweiress con 3 impactos de bala.

Allí llamó a un doctor con el que ya había hablado gracias a un teléfono móvil de contrabando que tenía en Ksheish. Ordenó a Moukhabarat que le dejasen marchar a un hospital. Insistieron en acompañarle porque era un alto oficial y necesitaba protección. Al-Assaf les respondió que no, que era mejor por su propia seguridad. Por supuesto que no se negaron. Acompañar a Al-Assaf hubiese sido arriesgado por las emboscadas rebeldes. En cuanto salió Al-Assaf se reunió con un capitán que había desertado meses atrás.  Tras ello pasó cierto tiempo yendo de una ciudad a otra en Idlib hasta llegar a Turquía, donde puso a su familia a salvo y regresó a Siria. Junto a Al-Assaf desertaron dos generales de la fuerza aérea. 

Fuentes y enlaces de interés:

-  http://www.reddit.com/yriancivilwar/syrian_air_force_pilot_colonel_abdulsatar_alassaf