El Ministerio de Seguridad del Estado de China (MSS, por sus siglas en inglés) ha confirmado de manera oficial la ejecución de un ingeniero condenado a muerte por filtrar secretos. Durante mucho tiempo se había especulado con ello en las redes sociales chinas, y finalmente fue reconocido en un comunicado del MSS, que detalla las actividades de condenado, y el alcance de la brecha de seguridad.
Según el periódico estatal Global Times, Liu era ingeniero asistente en un instituto de investigación nacional especializado en tecnología de defensa. Fuentes del MSS explican que Liu se cabreó al no conseguir un ascenso, lo que lo llevó a copiar y conservar en secreto una gran cantidad de documentos clasificados. Tras renunciar a su puesto, se incorporó a una empresa de inversión, pero las crecientes pérdidas financieras derivadas de la especulación bursátil de alto riesgo y las retiradas ilícitas de créditos lo llevaron a buscar fuentes de ingresos alternativas: la venta de secretos de estado.
Al parecer Liu contactó con una agencia de inteligencia extranjera, ofreciendo información clasificada a cambio de dinero. Para facilitar la transacción, dividió y empaquetó documentos confidenciales, creó un catálogo detallado y abrió múltiples cuentas en línea para recibir los pagos. Para evitar ser detectado, utilizaba tarjetas IC y SIM anónimas, cambiando con frecuencia los métodos de comunicación y empleando diferentes alias con códigos preestablecidos para intercambios encubiertos.
Durante seis meses, Liu viajó a varios países, supuestamente comprometiendo información crucial de la defensa china. Sin embargo, la agencia de inteligencia extranjera que inicialmente le compró los datos clasificados, cesó pronto el contacto tras obtener información a bajo coste. En lugar de detener sus actividades, Liu perfeccionó sus métodos de espionaje e intentó reanudar el contacto con agentes extranjeros. Sus acciones provocaron un escrutinio más riguroso por parte de las agencias de seguridad nacional chinas, que monitorearon sus movimientos y comunicaciones antes de arrestarlo.
El artículo del MSS afirma que Liu fue declarado culpable de espionaje y de proporcionar ilegalmente secretos de estado a entidades extranjeras. Fue condenado a muerte, con privación perpetua de sus derechos políticos, una pena que refleja la gravedad de sus acciones. Las autoridades chinas enfatizaron que la seguridad nacional sigue siendo una prioridad absoluta, advirtiendo que los casos de espionaje y la distribución no autorizada de información sensible se enfrentarán a las más severas consecuencias legales.
Liu podría haber vendido información sobre el caza furtivo FC-31, modelo de 5° generación en fase de despliegue. No hay duda de que lo ocurrido es un "aviso a navegantes", por si alguien tiene la tentación.
Fuentes y enlaces de interés:
- https://www.bbc.co.uk/news/articles/c17q24270lzo
- https://defence-blog.com/
hola: lo más importante de la noticia me parece que está aquí "...la agencia de inteligencia extranjera que inicialmente le compró los datos clasificados, cesó pronto el contacto tras obtener información a bajo coste..." da para imaginar contexto.
ResponderEliminarLas malas lenguas dicen que fueron los sur coreanos, para su propio caza de quinta gen, pero no existen precisiones aun.
Eliminar"cesó pronto el contacto tras obtener información a bajo coste..." Ahora los chinos que tienen acceso a información clasificada van a pensar dos veces antes de venderla y llegarán a la conclusión que no vale la pena. Por lo general las agencias de inteligencia mejor establecidas (como la KGB, la CIA, el MI6) aprendieron que convenía apoyar y tratar de salvar a los agentes extranjeros exactamente para hacer más fácil reclutar a otros.
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