Quizás algunos lectores recuerden que hace unos meses pregunté acerca de libros sobre las Cruzadas, ya que es un tema que me gustaría conocer en mayor detalle. Hace unas semanas leyendo el blog de lectura "El Vicio Impune de Leer", encontré un listado de obras sobre este tema, animándome a leer la de Peter Frankopan. No es muy larga y tiene muy buenas críticas, por lo que me animé a leerla. En formato Kindle y en inglés se puede encontrar a precio de saldo, 1 libra.
A la hora de explicar las Cruzadas los historiadores se han centrado en el papado y los reinos de Occidente. Frankopan se centra más en la situación del Imperio Bizantino antes de las cruzadas, y es que bajo el reinado de Alejo I Comneno se debilitó hasta el punto de peligrar su existencia. La política en Asia Menor fue un fracaso, y hubo que hacer frente a rebeliones e incursiones en otras regiones. Por ello decide pedir ayuda al Papa Urbano II. En la introducción el autor plantea algunas preguntas muy interesantes ¿Por qué se organiza la Cruzada en el siglo XI cuando la Tierra Santa llevaba cientos de años ocupada por los musulmanes?
Frankopan explica con todo detalle las relaciones entre Alejo I y los cruzados, y es que hubo que hacer todo tipo de equilibrios para evitar conflictos. La parte logística también se analiza con bastante detalle, y es que la movilización de los cruzados hizo necesario crear una red de suministros al mismo tiempo que se evitaban roces con la administración bizantina.
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Las batallas no se describen en gran detalle, aunque hay secciones muy interesantes sobre la efectividad de la caballería o las nuevas tácticas de asedio que trajeron los cruzados. Es una pena que no se hiciese un repaso al Ejército del Imperio Bizantino y cómo se comparaba con el de los cruzados o reinos musulmanes.
En la parte final el autor explica la situación en la región tras la Cruzada y como afecta a la reputación de los involucrados. Explica que las críticas de muchos autores a Alejo I no están justificadas, y tienen como objetivo destruir su reputación.
La obra original es muy fácil de leer y amena. Al final del libro hay una gran sección con las fuentes y lecturas recomendadas. El autor cita mucho la Alexiada, escrita por Ana Comnena, hija del emperador.
Fuentes y enlaces de interés:
- La Primera Cruzada: La llamada de Oriente, de Peter Frankopan. Editorial Crítica (2022)
- The First Crusade: The Call from the East, de P. Frankopan. Formato Kindle. Vintage Digital (2012)
- https://elvicioimpune.substack.com/p/diez-libros-1-claves-sobre-las-cruzadas
Tomo nota del libro. Supongo que lo conocerás pero, indudablemente, te recomendaría el clásico "Las Cruzadas vistas por los árabes" de Amin Malouff. Imprescindible.
ResponderEliminarSí, lo descubrí en la página "El vicio impune de leer", que la recomiendo a todos los aficionados a la lectura:
Eliminarhttps://elvicioimpune.substack.com/p/diez-libros-1-claves-sobre-las-cruzadas
yo lo descubri aqui:
Eliminarhttps://rubendelafuente.weebly.com/uploads/2/1/7/4/21740022/maalouf_amin_-_las_cruzadas_vistas_por_los_arabes.pdf
el del articulo lo encontre en google en segundos en pdf, a veces usando yandex (antigua recomendacion de Carlo) tambien encuentras libros disponibles en pdf dificiles de encontrar una vez buscaba "The Modern Watchmakers Lathe" de archie perkins injustificadamente caro y con yandex encontre el portal de ana y alli estaba .
saludos y buena lectura para todos
Las cruzadas son un tema que me interesan. Soy católico pero muy simpático hacia los ortodoxos (de hecho no podría haber entendido el cristianismo si no fuera por autores como Dostoievski). Pero uno de los temas que más dividen el cristianismo oriental del occidental es una mala comprensión, hasta distorsión, de lo que fue las cruzadas. Por eso me pareció interesante lo que muestra este autor, del interés del rey bizantino en que los occidentales lo ayudaran. La Cuarta Cruzada es otra que los ortodoxos distorsionan bastante, es la infeliz cruzada que conquistó Constantinopla, pero lo que se "olvidan" los orientales es que quien instigó los occidentales a cambiar su destino de Tierra Santa a la capital bizantina fue el hijo del depuesto rey del Imperio Bizantino, quien pidió su ayuda para retomar el trono.
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