La Guerra Fría no sólo se peleó en el terreno político o ideológico. Durante más de 40 años, ambos bloques intentaron demostrar la superioridad de sus sistemas en eventos deportivos, sobre todo los Juegos Olímpicos (JJOO).
El director Gabe Polsky narra de manera magistral la historia del hockey sobre hielo en la URSS desde los años 50 a los 90, centrándose en los 80, cuando alcanzó su máxima expresión. En esos años el principal equipo (CSKA – dependiente del ejército) y la selección ganaban torneo tras torneo, muy a pesar de americanos y sobre todo canadienses.
El documental gira en torno a la figura de Vyacheslav “Slava” Fetisov, estrella del equipo y uno de los mejores jugadores de la historia. Polsky explica el proceso de selección y formación de jugadores en la URSS, inspirado por entrenadores como el genial Anatoli Tarasov. Este posteriormente es sustituido por Tijonov, un auténtico fanático del entrenamiento.
Las críticas lo han aclamado como uno de los mejores documentales sobre deporte. Lo cierto es que es muy entretenido y dramático al mismo tiempo. Polsky no sólo entrevista a los principales jugadores, sino incluso a antiguos agentes del KGB que acompañaban a los jugadores. El régimen soviético quería evitar deserciones y controlaba a los jugadores. Fetisov da mucho juego porque es un tipo muy mordaz. No tiene problemas en explicar cómo llegan a Canadá con “su equipamiento de mierda” a un hotel con "mármol, habitaciones individuales, televisiones con 100 canales, y todo tipo de comida".
La vida de todos ellos quedará afectada por las reformas en la URSS. A finales de los 80 la URSS empezó a permitir que sus jugadores saliesen del país a cambio de dar una proporción del salario al gobierno. Tras la caída de la URSS todo el sistema se viene abajo.
Merece la pena comentar que no hace falta ser un experto en hockey sobre hielo para ver el documental. Se lo recomendaría a cualquiera.
Muy buen documental. Excepcional realización y fantastica banda sonora que nos transporta en todo momento.
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