La serie de interceptores F-102/106 siempre me ha gustado, pero no hay muchos libros sobre ellos al estar a la sombra de otros modelos, como el F-4 Phantom. Estos interceptores fueron los últimos aviones diseñados en Estados Unidos en torno a una única misión: interceptar bombarderos soviéticos.
Robert Powell, un antiguo piloto de caza, cubre la historia del “Delta Dart”. Inicialmente fue diseñado como una evolución del F-102, pero el gran número de cambios hizo que se cambiase la designación.
El autor plasma en este libro una investigación de muchos años, y el resultado es excelente. El desarrollo y las variantes se analizan con todo tipo de detalles, incluyendo propuestas de Convair que nunca entraron en servicio. El proyecto se vio retrasado por diferentes factores, desde el diseño pasando por la tardanza de la USAF a decidir qué armamento integrar.
Merece la pena destacar que el F-106 era un avión muy avanzado para finales de los años 50. El sistema de armas MA-1 disponía de un ordenador con cientos de válvulas de vacío que proporcionaba 2 kb de memoria octal de 18 bit. Para facilitar las intercepciones el MA-1 podía conectarse con la red SAGE, que se encargaba de controlar los mandos del F-106. El sistema de navegación permitía definir coordenadas pre-establecidas, y el radar podía superponer los blancos sobre un mapa.
Robert Powell, un antiguo piloto de caza, cubre la historia del “Delta Dart”. Inicialmente fue diseñado como una evolución del F-102, pero el gran número de cambios hizo que se cambiase la designación.
El autor plasma en este libro una investigación de muchos años, y el resultado es excelente. El desarrollo y las variantes se analizan con todo tipo de detalles, incluyendo propuestas de Convair que nunca entraron en servicio. El proyecto se vio retrasado por diferentes factores, desde el diseño pasando por la tardanza de la USAF a decidir qué armamento integrar.
Merece la pena destacar que el F-106 era un avión muy avanzado para finales de los años 50. El sistema de armas MA-1 disponía de un ordenador con cientos de válvulas de vacío que proporcionaba 2 kb de memoria octal de 18 bit. Para facilitar las intercepciones el MA-1 podía conectarse con la red SAGE, que se encargaba de controlar los mandos del F-106. El sistema de navegación permitía definir coordenadas pre-establecidas, y el radar podía superponer los blancos sobre un mapa.
Índice del libro.
El problema es que se estaba alcanzando el límite tecnológico de estos aviones, por lo que el F-106 tuvo muchísimos problemas de fiabilidad. A lo largo de las páginas el autor describe las dificultades de operar el modelo y los sucesivos programas de mejora.
En los capítulos dedicados a la historia operacional se analizan las funciones del avión y el despliegue en diferentes teatros. La comparativa que el Departamento de Defensa hizo con el Phantom me pareció una de las partes más interesantes.
El autor también incluye un capítulo explicando el uso que hizo la NASA del F-106. Sus prestaciones lo convertían en una plataforma útil para realizar pruebas a grandes velocidades.
Las fotos que acompañan al texto son de gran calidad. El autor dedica mucho espacio a describir los colores de cada unidad y hay fotos de todos los escuadrones. Esto seguro que le viene muy bien modelistas.
El libro termina con un capítulo dedicado al uso del F-106 como blancos y apéndices con diferente información (características, números de serie etc). Es una pena que no se haya incluido una comparación con otros modelos de la época, especialmente los Sujoi o MiG. En cualquier caso, es una obra muy recomendable. El texto es claro y preciso, pero hace falta tener un buen nivel de inglés y también cierto conocimiento técnico, especialmente para la parte del desarrollo.
Fuentes y enlaces de interés:
- World's Fastest Single-Engine Jet Aircraft: The Story of Convair's F-106 Delta Dart Interceptor, de R. Powell. Crecy Publishing Limited (2017).
He visto el libro en Amazon, pero siempre me rechinó el título del libro.
ResponderEliminarCon sus Mach 2.35 el Flogger es más rápido.
Sí, tampoco es que la diferencia de velocidad sea tan grande respecto al MiG-21, Mirage III o Saab Draken. Están todos ahí bien parejos en Mach 2 y pico.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarA partir de 2 y poco empiezan los verdaderos problemas. De hecho aunque hay bastantes aviones que pasan de Mach 2, por lo que yo sé, es muy raro tomar esa velocidad, simplemente no es práctico, hay que planificar, hay que ir limpio, ir a gran altura y el derroche de combustible más el extress es enorme.
EliminarPor otro lado, no sé por qué dudo que el mencionado Flogger pille esa velocidad con la misma carga de misiles que llevaba el F106 en su bodega y no hablemos de autonomía, es decir que si le añades 3 depósitos de combustible y 4 misiles, sigue sin conseguir el alcance del F106 y apuesto que será más lento que un F35!!
Sí, me había olvidado de eso. El F-106 tenía la gran ventaja de la bodega interna de armas, así que darle la razón al autor del libro por el título, cualquiera de los que cité con carga de armamentos tenía su velocidad máxima seriamente disminuida.
EliminarPor otra parte, estos records se hacían con aviones en condiciones muy particulares: aligerados, llevados al límite, con motores "tuneados" etc. Según entiendo el record del F-106 no ha sido superado. Otra cosa es que in MiG-23 tenga una velocidad máxima similar en ciertas condiciones. Saludos.
EliminarAlgo poco conocido. El EdA estuvo a punto de recibir F-106 en lugar de F-4. El resto, es historia.
ResponderEliminar¿Estás seguro que no fue el F-102? CASA Sevilla hizo la revision mayor de unos entregados a Turquía...
EliminarMe parece recordar que los F-102 los ofrecieron antes que los F-104 y, afortunadamente, el Ejército del Aire prefirió el segundo.
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