Este libro apareció en una oferta de Kindle por £3,99 así que me animé a comprarlo. La odisea del acorazado de bolsillo Graf Spee y la batalla del Rio de la Plata siempre me han interesado, y llevaba tiempo queriendo leer un libro sobre el tema. Como dato de interés, este libro pertenece a una serie de batallas del que ya he leído uno sobre el Scharnhorst.
No es una obra especialmente larga, poco más de 200 páginas. El estilo del autor es ágil y preciso, y se lee con facilidad. Tras una introducción sobre el diseño del Graf Spee -un acorazado de bolsillo de la clase Deutschland- y la situación en 1939 el autor entra en las operaciones.
Índice del libro. |
El análisis de las operaciones me pareció detallado porque se utilizan fuentes británicas y alemanas. Para estas últimas no sólo los antiguos tripulantes sino también de diarios y testimonios del buque auxiliar Altmark, que permitió al capitán del Spee, Hans Langsdorff, extender las operaciones hasta Madagascar.
El núcleo del libro es evidentemente la batalla con los 3 cruceros británicos y la llegada del Graf Spee a Montevideo. En esta sección el autor analiza los motivos que llevaron al capitán a hundir el buque, aunque quizás hubiese estado bien una explicación más larga, entrando en los riesgos de intentar un regreso a Alemania y los buques que se podía encontrar. El libro menciona los problemas de los motores diesel para operar en climas cálidos y me hubiese gustado algo más de detalle.
Resumiendo, me parece un libro muy conseguido y que gustará a aquellos interesados en temas navales. Recomiendo imprimir los mapas de las operaciones para seguir mejor el hilo del libro.
Fuentes y enlaces de interés:
The Battle of the River Plate: A Grand Delusion, de Richard Woodman. Pen & Sword Military (2008)
- Entrada blog: Battle of North Cape: the Death Ride of the Scharnhorst, 1943
Me lo he cruzado en Amazon, pero las críticas han sido tan duras que le he dado prioridad a otros
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ResponderEliminar¿"Riesgos"? - El Graf Spee pudo haber salido y despachar a los 3 cruceros (el Exeter era casi un cascajo destartalado por el encuentro previo) y la única "amenaza" podía ser el Cumberland (creo que gemelo del Exeter, el 4to. que estaba yendo para ahí), hubo una jugada de servicios de inteligencia inglés de hacer creer que iba toda una flota (que, de existir, no llegaba).
ResponderEliminarLangsdorf se creyó el verso y preservó su tripulación, si hizo bien o mal será aternamente discutible pero, salir, podía salir y presentar combate con posibilidades reales de ganar. Los cruceros ingleses eran de una categoría muy inferior. Saludos.
El problema es que esos 3 cruceros tenían velocidades superiores, y el Graf Spee no se los podía quitar de encima, lo que equivalía a tener la Royal Navy en cualquier momento.
EliminarSí, no había una salida fácil, pero el Bismarck Sí logró quitarse de encima a los dos cruceros pesados que lo seguían, a pesar de que contaban con radar.
EliminarEl peor error de Langsdorff fue no intentarlo.
El Bismarck tenía una velocidad un poco superior, y su armamento más pesado hacía que los cruceros tuviesen que mantener más distancia, más cerca del límite del radar. Saludos.
EliminarEl Spee tenía muy pocas municiones de 11 pulgadas, no podía sostener un combate prolongado, sólo unos 20 minutos. Tampoco su avión de reconocimiento Arado estaba funcional. La planta que calentaba el fuel que consumía sus motores diesels estaba fuera de servicio, por lo que los motores en poco tiempo serían inservibles.
ResponderEliminarAdemás, el Cumberland estaba intacto, tenía más cañones que el Exeter al tener una torre adicional y junto al Achilles y al Ajax, con su velocidad superior, podían rastrearlo hasta el arribo de unidades de mayor porte si era necesario. Y era indeflectible que se las encontraran, porque el Spee sólo podía dirigirse al norte o noreste, para volver a Alemania, si es que le alcanzaba el combustible.
Tengo entendido que la mayor crítica que se le hizo fue que entrara en Montevideo, en vez de dirigirse a Mar del Plata o Pto Belgrano, con más probabilidades de escapar a mar abierto en aguas profundas, en vez de encerrarse en el Río de la Plata, de limitada profundidad, porque además se consideraba que el buque, en caso de ser internado en Uruguay, iba a ser entregado a los ingleses.
Langsdorff recibió un golpe en la cabeza durante un impacto en el puente del Spee, por lo que algún autor que he leído, consideraba que cuando tomó la decisión de ir a Montevideo, tenía una leve conmoción y no razonaba muy correctamente.
Creo quelo que estaba estropeado era la planta de desalinización. En cualquier caso, los motores tuvieron problemas con el clima de la región.
EliminarEl punto sobre Langsdorff es correcto, podría haber ido a Argentina pero la entrada en el puerto hubiese sido más complicada por la profundidad.
Saludos.