Este libro lo compré hace unos cuantos años y lo tenía en una caja guardado hasta que me animé a leerlo. Su autor es Walter Schuck, uno de los principales “experten” de la Luftwaffe con 206 victorias en cazas Bf 109 y Me 262.
El autor hace un repaso de su vida y carrera en la Luftwaffe desde su niñez. Nacido en la región del Saar, se presentó voluntario para la Luftwaffe en 1937 siguiendo su pasión por la aviación y el consejo de su padre - ¡Evita la infantería! -, un veterano de infantería (lógicamente) de la Primera Guerra Mundial.
Al contrario que en otros libros, Schuck dedica bastante espacio a describir su entrenamiento y formación como piloto. Inicialmente estaba interesado en pilotar aviones de reconocimiento, pero fue asignado a una escuela de cazas tras un problema disciplinario. Aquí ya se empieza a ver su potencial ya que es uno de los mejores tiradores de la escuela, logrando hacer blanco con el 90% de los proyectiles en ejercicios.
Tras completar su formación fue asignado a una unidad de reserva de la Jagdgeschwader 3 (Ala de Caza), donde no ve mucha acción pero cuenta con la ventaja de recibir un entrenamiento más exhaustivo.
En diciembre de 1941 su unidad es enviada a Noruega para convertirse en la Jagdgeschwader 5, principal unidad de caza en el Extremo Oriente. Las operaciones en este teatro son el núcleo del libro; además de los combates aéreos se comentan muchas peculiaridades del teatro, como los problemas de navegación y las pausas de meses impuestas por la falta de luz. También hay espacio para anécdotas personales, desde borracheras a las relaciones con la población local.
Schuck fue un testigo de excepción en el hundimiento del acorazado Tirpitz, ya que los acusados eran amigos personales. El Alto Mando culpó a la Luftwaffe de lo ocurrido, y mandó a juicio a varios pilotos. Dedica un capítulo a explicar la cadena de fallos que terminó con el hundimiento del buque.
En 1945 es asignado a la Jagdgeschwader 7, una de las primeras alas en operar cazas de reacción Me 262. Tras realizar varias misiones con éxito es derribado en abril de 1945, sufriendo heridas de las que no se recupera antes de que termine la guerra.
El texto es muy entretenido, y está acompañado de muchas fotos del archivo personal del autor. Uno tiene la impresión de que Shuck era una persona bien simpática e irreverente, lo cual le provoca unos cuantos problemas con las autoridades nazis. Sus impresiones personales sobre las variantes del Bf 109 y la transición al Me 262 me parecieron de lo más destacable.
Algunos pasajes del libro darían para buenas discusiones. Shuck defiende las cifras de derribos logradas por él y sus compañeros explicando que los soviéticos utilizaban tácticas muy rígidas. Curiosamente, no tiene problemas en admitir que la combinación de Yak-9 y radar supuso el fin de la superioridad aérea en la región. El libro peca de la perspectiva que tienen muchos veteranos alemanes de la SGM. Por algún motivo los checos atacan a civiles y militares alemanes al final de la guerra, pero Schuck no se pregunta el porqué.
Recomendaría el libro a todos los interesados en la aviación alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Fuentes y enlaces de interés:
- Luftwaffe Eagle: 206 Combat Victories in the Me 109 and Me262, de Walter Schuck. Hikoki Publications (2008)
- Entrada blog: Vida y muerte de la Luftfwaffe, de Werner Baumbach
- Entrada blog: The war diary of hauptmann Helmut Lipfert
El autor hace un repaso de su vida y carrera en la Luftwaffe desde su niñez. Nacido en la región del Saar, se presentó voluntario para la Luftwaffe en 1937 siguiendo su pasión por la aviación y el consejo de su padre - ¡Evita la infantería! -, un veterano de infantería (lógicamente) de la Primera Guerra Mundial.
Al contrario que en otros libros, Schuck dedica bastante espacio a describir su entrenamiento y formación como piloto. Inicialmente estaba interesado en pilotar aviones de reconocimiento, pero fue asignado a una escuela de cazas tras un problema disciplinario. Aquí ya se empieza a ver su potencial ya que es uno de los mejores tiradores de la escuela, logrando hacer blanco con el 90% de los proyectiles en ejercicios.
Tras completar su formación fue asignado a una unidad de reserva de la Jagdgeschwader 3 (Ala de Caza), donde no ve mucha acción pero cuenta con la ventaja de recibir un entrenamiento más exhaustivo.
En diciembre de 1941 su unidad es enviada a Noruega para convertirse en la Jagdgeschwader 5, principal unidad de caza en el Extremo Oriente. Las operaciones en este teatro son el núcleo del libro; además de los combates aéreos se comentan muchas peculiaridades del teatro, como los problemas de navegación y las pausas de meses impuestas por la falta de luz. También hay espacio para anécdotas personales, desde borracheras a las relaciones con la población local.
Schuck fue un testigo de excepción en el hundimiento del acorazado Tirpitz, ya que los acusados eran amigos personales. El Alto Mando culpó a la Luftwaffe de lo ocurrido, y mandó a juicio a varios pilotos. Dedica un capítulo a explicar la cadena de fallos que terminó con el hundimiento del buque.
En 1945 es asignado a la Jagdgeschwader 7, una de las primeras alas en operar cazas de reacción Me 262. Tras realizar varias misiones con éxito es derribado en abril de 1945, sufriendo heridas de las que no se recupera antes de que termine la guerra.
Índice del libro.
El texto es muy entretenido, y está acompañado de muchas fotos del archivo personal del autor. Uno tiene la impresión de que Shuck era una persona bien simpática e irreverente, lo cual le provoca unos cuantos problemas con las autoridades nazis. Sus impresiones personales sobre las variantes del Bf 109 y la transición al Me 262 me parecieron de lo más destacable.
Algunos pasajes del libro darían para buenas discusiones. Shuck defiende las cifras de derribos logradas por él y sus compañeros explicando que los soviéticos utilizaban tácticas muy rígidas. Curiosamente, no tiene problemas en admitir que la combinación de Yak-9 y radar supuso el fin de la superioridad aérea en la región. El libro peca de la perspectiva que tienen muchos veteranos alemanes de la SGM. Por algún motivo los checos atacan a civiles y militares alemanes al final de la guerra, pero Schuck no se pregunta el porqué.
Recomendaría el libro a todos los interesados en la aviación alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Fuentes y enlaces de interés:
- Luftwaffe Eagle: 206 Combat Victories in the Me 109 and Me262, de Walter Schuck. Hikoki Publications (2008)
- Entrada blog: Vida y muerte de la Luftfwaffe, de Werner Baumbach
- Entrada blog: The war diary of hauptmann Helmut Lipfert
"Sus impresiones personales sobre las variantes del Bf 109 y la transición al Me 262 me parecieron de lo más destacable."
ResponderEliminarAlgo para compartir?
Por otro lado, es entendible que no se preguntaran los motivos de la rección de los vecinos. Estaban entrenados para actuar, no para analizar.
Un saludo
para mi el problema es hollywood es decir los medios de comunicación, tratan de meter humanismo cuando en realidad en la guerra no hay humanismo ni sentimientos, hay ordenes que se siguen y objetivos que alcanzar fríamente.
EliminarPues pasa exactamente lo mismo en los que escriben comentarios en los blogs para trolear, están entrenados para soltar la enésima chorrada en las noticias sobre el F35 y en las que tienen que ver con USA siempre el sempiterno chistecito sobre Trump. El análisis ya lo dejaremos para otro dia, eh?
EliminarQué pasó, Langdorff?
EliminarNo te tomes tan en serio las cosas.
A cuidarse y reirse un poco mientras pasa la crisis.
Un saludo
Ex no te desanimes duro con el F-35
EliminarSaludos desde mexico donde la gente esta comprando papel baño y químicos de limpieza como si se fuera acabar el mundo.
Pasa lo mismo contigo que dice trolls a los se atreven a criticar algo de EEUU de America. Parece que eres de España no? pais que se salvo del ejercito rojo por que Francia estaba en medio que se metio a la otan por el enano de Franco amigo de hitler . Las personas pueden criticar los que se le cante
ResponderEliminar¡Interpretación de la historia más curiosa!
Eliminarpará vos.
EliminarComo quisiera conocer esas impresiones personales sobre ME-262 Y los diferentes modelos de ME-109,ojala Alejandro nos cuente algo...
ResponderEliminarYa traduciré los extractos, pero en unos días porque el tiempo es limitado -todavía tengo que terminar el informe de las tácticas soviéticas contra los panzerfaust-. Mientras tanto, ya sabeis que podeis apoyar el blog pinchando en la publicidad. Saludos.
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