El portal de noticias ruso Lenta ha entrevistado a Viktor Murajovski, oficial del ejército ruso en la reserva y asesor del ministerio de defensa. La guerra en Siria e Irak ha centrado la mayoría de preguntas. Lo que sigue es un resumen de las afirmaciones más interesantes.
El éxito sirio (FFAA de Assad) de las últimas semanas se debe a varios factores:
a) Hay un nuevo sistema de entrenamiento y equipamiento a nivel de batallón gracias a la asistencia rusa. Estos grupos tácticos son mucho más efectivos, y su número está aumentando.
b) Rusia también ha ayudado a establecer un sistema de reparaciones y mantenimiento más efectivo, por lo que se han recuperado más equipos, desde aviones a vehículos.
c) El efecto acumulado del grupo de aviación rusa. No ha aparecido inmediatamente, pero ha reducido la cantidad de munición, combustible y armas de los rebeldes. También ha reducido la maniobrabilidad y potencia de fuego. Lo mismo ocurre con su capacidad de responder rápidamente y tomar la iniciativa.
d) La situación financiera de los grupos terroristas se ha agravado, lo que dificulta el reclutamiento de bandidos y la compra de armas. Hay varios factores, caída del precio del petróleo, , reducción de ingresos por la venta de petróleo en el mercado negro, y la destrucción de la infraestructura/transporte por la aviación.
En las últimas semanas, las FFAA sirias hecho avances significativos, sobre todo en las provincias del noroeste de Latakia. La toma de varias localidades y territorio adyacente permiten hablar de un cambio serio en la naturaleza del conflicto.
Los objetivos inmediatos del ejército sirio serían controlar los accesos a Turquía. Después –quizás, Aleppo, la última capital económica de Siria. Es necesario expandir el área bajo control y conectar con los kurdos. Luego, acceder a la frontera cerca del Éufrates. Esto aislará a las guerrillas de los turcos. Ellos estarán muy insatisfechos, pero el control de la frontera es extremadamente importante para Damasco. Es necesario bloquear una de las principales vías de suministro de armas y petróleo de los rebeldes.
La disponibilidad del ejército sirio está aumentando. Se ha restaurado un centro de mantenimiento de tanques en Homs. Esto permite reparar los vehículos más rápido. La mayoría de vehículos son dados de baja por desgaste en chasis y motor, y no por daños de combate. Mujarovski hace una comparación con los Panzer de la Wehrmacht a finales de 1941, cuando avanzaban a Moscú. Muchos fueron retirados porque los alemanes no disponían de instalaciones para repararlos.
Según el jefe de estado mayor ruso, Valery Gerasimov, hay 15 áreas operacionales en Siria. En 10 hay ofensivas activas, en 3 se están completando los ataques y en otras 2 se defiende. En una de estas últimas se trata de terroristas bloqueados desde la primavera de 2015 en la ciudad de Deir ez-Zor, junto al Eufrates. Estas ofensivas van a continuar. La intensidad se ha reducido debido a las condiciones meteorológicas, pero las fuerzas aeroespaciales siguen activas.
El estado mayor ruso está siguiendo atentamente el uso de armas y munición en Rusia. Murajovski piensa que se verán nuevos tipos de munición guiada. Quizás también aparezcan nuevas armas de infantería, incluyendo pesadas.
La situación global está cambiando. El secretario de defensa americano, Ashton Carter, va a enviar 1.800 soldados de la 101 Airborne al norte de Irak. Los objetivos son liberar Mosul y Raqqa, bastiones de ISIS.
Rusia y EEUU van a competir para influenciar a los kurdos. En Siria los kurdos son relativamente fieles a Damasco. Esto podría ser un as en la manga a la hora de negociar con Turquía y EEUU. Este último podría apoyar a algún grupo de oposición sirio para fortalecer su posición e influencia. En cualquier caso, Washington parece haberse resignado a que los opositores negocien con Moscú y Damasco, e incluso proporcionen inteligencia para los bombarderos rusos.
En los siguientes meses, los acontecimientos se centrarán en el norte de Siria, donde Damasco necesita “apretar” a los grupos pro-turcos –apoyados por Ankara-; y radicales de ISIS, Al-Nusra. Seguidamente, en el centro y este del país, donde se debe alejar a los rebeldes de Palmira y Homs, donde se encuentra el núcleo de ISIS. Los islamistas ya no tienen capacidad de realizar ataques a gran escala contra posiciones y bases sirias cerca de Palmira. Anteriormente podían utilizar terroristas suicidas y docenas de coches para abrir brechas en las defensas.
En el sur el ejército sirio también tiene que cerrar la frontera con Jordania. Por ahí llegan suministros y reclutas, tanto para grupos “moderados” como ISIS. Es posible que este teatro sea prioritario sobre el este. En cualquier caso, los combates en Deraa permiten decir que hay una concentración seria de fuerzas.
Los terroristas pueden intentar reforzar su situación capturando Deir ez-Zor. Esto les permitirá capturar material y pertrechos, y permitir que los militantes luchen en otros lugares. Esta posibilidad no es demasiado alta. Como se ha visto en la base de Kuweires, el ejército sirio es capaz de aguantar un largo asedio, y la VKS o fuerza aérea siria puede suministrarlos de manera regular.
Hay dos factores externos. El primero es la posición de Irán, que podría cambiar porque busca un acercamiento con los países occidentales. Se trata de especulación, pero los problemas financieros iraníes podrían aumentar la influencia occidental y facilitar acuerdos no solo en Siria, sino también en Yemen.
Los problemas económicos pueden afectar a los patrocinadores de muchos de estos grupos radicales, sobre todo en Catar y Arabia Saudí. La caída del precio del petróleo afecta más a estos países que a Rusia. Además, la aventura militar de Arabia Saudí en Yemen está siendo costosa y Riyad quiere desprenderse de gastos.
Fuentes y enlaces de interés:-
https://lenta.ru/articles/2016/01/26/syria/