A pesar de éxitos recientes, como la muerte de Saad Arhabin, líder de Estado Islámico en Pakistán y Afganistán, las pérdidas de las FFAA afganas están alcanzando niveles que no pueden ser compensados. En los combates ocurridos en las provincias de Sar-e-Pul, Kunduz, Samangan y Jowzjan se han perdido más de 400 hombres entre soldados y policías.
Una prueba de cómo está la situación es que el dato lo ha dado el general Austin Scott Miller, nuevo comandante de la misión Resolute Support (dirigida por la OTAN), y de las fuerzas estadounidenses basadas en el país. Las autoridades afganas ya no ofrecen información sobre pérdidas, y cuando lo hacen las minimizan.
Militares afganos (Mutalib Sultani/EPA).
Según el ministro de defensa afgano, el mes de agosto había sido uno de los peores, con 513 soldados muertos, 718 heridos y 43 capturados, dando un total de 1.274. También ha reconocido que el nivel de pérdidas es difícilmente sostenible. Pese a ello, destacó que el enemigo había sufrido 3-4 veces más bajas. Claro que es imposible verificarlo.
La Inspección General para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR en inglés) informó que las FCSE afganas habían perdido a unos 18.000 hombres entre enero de 2017 y enero de 2018. Este dato conviene manejarlo con cautela porque SIGAR reconoce que las plantillas están hinchadas. Hay "decenas de miles de soldados fantasmas que solo existen en papel" pero que cobran un sueldo, que va al bolsillo de oficiales corruptos.
El resultado de todo esto es que el Ejército Afgano tiene problemas pare reclutar candidatos. Un oficial ha reconocido al New York Times que "la gente ya no quiere alistarse porque las pérdidas son demasiado altas", y "la mayoría de jóvenes se van a Turquía a buscar trabajo".
En el bando contrario, los talibanes cuentan con 60.000-77.000 hombres, y no parece que tengan problemas para cubrir pérdidas. También apoyo externo y refugios en Pakistán, y la ayuda de combatientes llegados de otros países.
El problema es básicamente el que tenían los soviéticos y el Ejército Afgano de aquella era. La presencia soviética unificó a clanes y tribus contra el gobierno local, y las deserciones y bajas fueron mermando las filas. Si consiguió aguantar un par de años tras la retirada soviética fue porque surgieron divisiones entre los talibanes.
Fuentes y enlaces de interés:
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http://www.opex360.com/2018/09/25/