Si hay un tema naval de la segunda Guerra Mundial sobre el que se han vertido ríos de tinta es el Bismarck. El diseño de esta clase se ha debatido y comparado en todos los foros militares que conozco.
Uno de los debates es sobre la protección. El modelo alemán no utilizaba la configuración “todo o nada”, típica en otros países como Estados Unidos o Reino Unido. El del Bismarck era conocido como “por capas” o “caparazón de tortuga”, estando optimizado para distancias cortas.
El motivo de la decisión no se ha analizado en demasiado detalle. Algunos autores han expuesto que los diseñadores esperaban que el Bismarck operase en el Báltico, donde las distancias eran menores. Esta tesis ha sido contestada por otros autores porque para hacer frente a la Marina Soviética no era necesario un acorazado de las dimensiones del Bismarck, y tampoco existían futuras amenazas a finales de los años 30, cuando se desarrolló. Angus Konstam en su libro sobre este acorazado aporta más detalles sobre la elección del blindaje:
Se adoptó una configuración similar a la del crucero de batalla de la clase Scharnhorst, aunque la colocación y grosor del blindaje apenas variaba del esquema original de la clase Bayern. El argumento era que estos nuevos buques capitales seguramente verían combate en el Atlántico Norte o en el Mar de Noruega, y posiblemente en las aguas del Báltico o Mar del Norte. Esto significaba que la visibilidad seguramente estaría limitada, particularmente en los meses de invierno, y por ello la probabilidad era que las acciones de superficie fuesen a distancias de menos de 15 km. Esto no era diferente a las distancias a las que la clase Bayern tenía previsto combatir, por lo que el criterio de diseño se mantuvo. Esto significaba un énfasis en el blindaje de la cintura para ofrecer protección frente a disparos a relativamente corta distancia, en vez del blindaje en cubierta, que proporcionaba mejor protección del fuego oblicuo a larga distancia.
Por otra parte, el desarrollo del Bismarck fue tortuoso debido a los cambios en requerimientos y especificaciones. En ningún momento se tuvo en cuenta a la Armada Soviética, sólo se cita a la clase Dunkerque a en el inicio.
En cuanto a la elección del blindaje, la elección de los diseñadores puede ser razonable si se aceptan sus argumentos. Es innegable que las condiciones en los mares del Norte son complicadas, con periodos de niebla y lluvia que dificultan el combate. Pese a ello ¿Estuvieron en lo correcto? Para comprobarlo se pueden revisar los combates entre buques alemanes y aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
Uno de los primeros combates con buques capitales ocurrió durante la invasión de Noruega. Los cruceros de batalla Scharnhorst y Gneisau sorprendieron al portaviones Glorious escoltado por varios destructores. Los alemanes abrieron fuego a 26.000 metros, y el Scharnhorst logró un impacto a 25.600 (récord). Las salvas completas empezaron a 24.000 metros.
Esquema de blindaje del Bismarck (bismarck-class.dk).
En la Batalla del Estrecho de Dinamarca, el Hood y Prince of Wales abrieron fuego a 26.000 metros, con impactos a 22.000. Cuando el Bismarck es hundido los acorazados de la Royal Navy comienzan a disparar desde 23.000 metros, acercándose hasta 2.700.
El caso más extremo se dio en la Batalla del Cabo Norte entre el Scharnhorst y una fuerza naval bajo el acorazado Duke of York. El buque alemán cayó en una emboscada de la Royal Navy y fue hundido tras una persecución. Merece destacar que las condiciones meteorológicas eran pésimas, hasta el punto de que los aviones de reconocimiento de la Luftwaffe no pudieron despegar. Por ello el Duke of York abrió fuego desde 12.000 metros.
Como se puede ver, la predicción de los ingenieros alemanes no fue muy correcta, y en la mayoría de combates analizados los disparos comenzaron a mucha más distancia. La excepción sería la Batalla del Cabo Norte, pero la meteorología era realmente pésima y se combatió de noche.
Por estos motivos el blindaje del Bismarck ha sido muy criticado, destacando que otros buques lograban protecciones similares en las zonas importantes con menos desplazamiento. En cualquier caso, opino que el Bismarck tiene un as en la manga que es su velocidad. Con 30 nudos podía dejar atrás con facilidad todos los acorazados británicos de preguerra, y era algo superior a los King George V. En este aspecto sólo era superado por la clase Richelieu y Iowa.
Fuentes y enlaces de interés:
- Battleship Bismarck Manual 1936-41: An insight into the design, contruction and operation of Nazi Germany's most famous and feared battleship, de Angus Konstam. Haynes Publishing UK (2015)