domingo, 22 de enero de 2012

La operación Urano y el puente aéreo de Stalingrado: análisis de responsabilidades (VIII)


Las tropas de Manstein serían apoyadas por el IV Fliegerkorps. El mariscal contaría con el apoyo de Richtoffen, con quien ya había trabajado en la campaña de Sebastopol.


Mapa con la operación Tormenta de Invierno (via germanmilitaryhistory.com)

Tormenta de Invierno comenzó el 12 de Diciembre con un ataque desde Kotelnikovo hacia la bolsa de Stalingrado. La distancia era de unos 100kms. Manstein prefería atacar desde un lugar más lejano para obtener mayor sorpresa, y la apuesta salió bien. La Luftwaffe atacó posiciones soviéticas y la principal base de la VVS en la zona, en Abganerovo. El tiempo era bueno y los resultados acompañaban: las posiciones del 51 Ejército Soviético eran débiles, por lo que el 57 Panzerkorps de Hoth no tuvo problemas en lograr una ruptura.

A medida que las tropas avanzaban el optimismo llegó a las filas alemanas. Ese mismo día Fiebig escribía en su diario: “¡los rusos se han dado a la fuga, como en los viejos tiempos!”. El éxito convenció a Hitler que el 6° Ejército podría resistir en Stalingrado. Zeitzler pidió que se enviase la 17 Panzer Division para reforzar el ataque, ya que los soviéticos no tardarían en reforzar sus defensas. Hitler no lo autorizó porque la 17 era necesaria en el frente del Chir, para hacer frente cualquier amenaza entre Manstein y el 8 Ejército Italiano.

La respuesta soviética fue rápida. Stalin no estaba muy convencido, pero Vasilevskii se dio cuenta de lo peligroso del ataque y obtuvo permiso para mover el 2° Ejército de la Guardia –uno de los más potentes- al frente de Stalingrado.

En la bolsa de Stalingrado las noticias de Manstein levantaban el ánimo, pero la situación seguía siendo dramática. El 12 sólo llegaron 80 toneladas de suministros, y se perdieron veinte aviones: 10 Ju-52, 8 He-111, 1 Ju-86 y un Fiat BR.20.


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