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domingo, 28 de febrero de 2016

El Fiat G55 y la Luftwaffe

En la Segunda Guerra Mundial (SGM) los cazas italianos quedaron completamente eclipsados por los modelos alemanes, que lograron un gran número de éxitos entre 1939 y 1942. A su lado, los italianos parecían el pariente pobre. La mayoría de sus cazas al comienzo de la guerra estaban anticuados, y los modelos más modernos no eran comparables a cazas punteros como el Bf 109 o Spitfire. Los principales problemas se podrían enumerar de la siguiente manera:

- Producción en grandes cantidades.
- Disponiblidad de motores modernos y de gran potencia.
- Tendencia de los pilotos a dar prioridad a la maniobrabilidad frente a velocidad o potencia de fuego.

El segundo problema pudo ser solucionado en cierta medida gracias a los alemanes, que enviaron y otorgaron licencias de producción de motores Daimler Benz. Gracias a ésto las cualidades de la industria italiana pudieron relucir. Merece la pena recordar que en los años 30 los italianos fueron grandes protagonistas en los trofeos Schneider. Los diseños italianos no tenían nada que envidiar a otros en términos de aerodinámica o manejo. Los modelos con el motor DB 605 recibieron el apodo de “Serie 5”, e incluían al Fiat G55, Macchi 205 y Reggiane 2005.


Fiat G55 Centauro (www.finn.it)

En diciembre de 1942 una delegación de la Regia Aeronáutica fue invitada por la Luftwaffe para probar algunos modelos alemanes en Rechlin. Los italianos hicieron lo mismo y recibieron a una delegación alemana en Guidonia. El objetivo de estos intercambios era estandarizar la producción de aviones del eje. Los alemanes estaban muy interesados en las prestacuibes de la serie 5 de cazas. El 9 de diciembre hubo una reunión y los datos también interesaron a Goering.

En Febrero de 1943 los alemanes enviaron una delegación para evaluar los aparatos italianos. Al mando estaba el Oberst Peters, responsible de la unidad de pruebas de aviones extranjeros, y el Flugbaumeister Malz. Varios aviones acompañaron a la delegación, entre ellos un Bf 109 G4 y un Fw 190 A5 para compararlos con los modelos italianos.

Las pruebas comenzaron el día 20 y los alemanes quedaron muy sorprendidos con los cazas italianos, algo que realmente no esperaban. El que más llamó la atención fue el Fiat G55. En general, la serie 5 era muy buena a bajas cotas, pero el G55 lo era a todas cotas y también en términos de velocidad y trepada en comparación con los modelos alemanes, y al mismo tiempo su manejo era superior. Las características del G55 gustaron tanto a los alemanes que se añadio una comparación táctico-técnica. La evaluación final destacaba los siguientes aspectos:

- Menor carga alar: 175 kg/m2 frente a 195 en el Bf 109 y 210 en el Fw 190. Esto se traducía en mejores características de vuelo a altas cotas.

- Armamento superior: está concentrado cerca del fuselaje y cuenta con 4 ametralladoras de 12.7 mm Breda-SAFAT y un cañón de 20mm MG-151/20. El cañón cuenta con 200 proyectiles, y las ametralladoras con 360. Esta configuración es superior a la del Bf 109 G4, considerada insuficiente (1 MG 151/20 con 200 proyectiles y 2 ametralladoras de 7.9 mm con 500 proyectiles). Se está desarrollando otra versión con 3 MG 151/20 y una ametralladora de 12.7 mm.

- Las prestaciones son comparables a las de modelos alemanes. La velocidad máxima es inferior en 25 km/h, pero los motores suministrados a Italia tienen 100 PS menos. La visibilidad es peor aunque fue juzgada como buena.

- El despegue y aterrizaje es muy simple. Las fuerzas en los alerones son altas y el timón de profundidad podía ser mejor. El alabeo es un poco inferior al del Bf 109. El avión no puede ser utilizado como caza-bombardero, lo cual es un problema. La refrigeración es suficiente para utilizarlo en climas tropicales. Se está trabajando en una versión con cabina presurizada.

La evaluación concluyó que el G55 era “excelente”, el Re2005 “bueno” y el MC205 “medio”. Petersen describió al G55 como el mejor caza del eje y rápidamente envió un mensaje a Goering. Después de leer las recomendaciones de Petersen, se organizó una reunión el 20 de Febrero para discutir la posible producción del G55 en Alemania:

Milch: Quizás Petersen nos pueda informar sobre esta cuestión y los vuelos comparativos en Italia.

Petersen: Va a haber un informe en más detalle sobre los vuelos comparativos con los cazas italianos… contra ésto, el caza italiano es comparable al alemán, en especial la tasa de ascenso. También son superiores en armamento. El Fiat 55 monta 4 cañones y tiene unas prestaciones comparables a las de los aviones alemanes, a pesar de estar equipado con un motor de 100HP menos.

Peltz: ¿Eran aviones de serie o experimentales?

Petersen: Hay una serie experimental del 10 aparatos, pero en lo que se refiere a las pruebas eran aviones nuevos con retoques.

Goering: Me alegro de que finalmente, los italianos hayan producido un caza respetable. Y sólo puedo añadir, dejémoles que los contruyan en cantidad.

Milch: Deberiamos hacer algo sobre ese tema. Sin ninguna duda es una desgracia para nuestra industria.

Goering: Los italianos nunca han sido inferiores construyendo aviones y siempre han sido competentes en la construcción de aviones y motores. Me acuerdo de los Fiat y Alfa. También han logrado el record mundial de velocidad máxima. La capacidad de la industria italiana ha estado siempre entre las mejores. El problema es que no son capacides de producir en masa y ahí debemos ayudarles. Debemos considerarnos afortunados sin han producido un buen caza. Es una bofetada en la cara para nuestra gente.

Petersen: Debemos prestar atención a este punto. La célula del Fiat G 55 puede acomodar el motor DB 603, cosa que no es posible en el Me 109. El G 55 con el DB 603 sería un caza ideal.

Galland: Nuestras experiencias muestran que los italianos siempre han olvidado algo en sus cazas, o protección o armamento.

Goering: Esperemos que para estos vuelos, hayan sido informados de ésto. En caso contrario, es una pérdida de tiempo.

Petersen: Los especialistas en cazas han volado los aviones. Con la excepción de la radio, llevaban todos los equipos, y combustible para una hora y medio de vuelo, mientras que nosotros llevabamos para una hora. No podemos negar el hecho de que los aviones italianos tienen unas prestaciones comparables a la de nuestros modelos más recientes.

Milch: Entonces por favor obtenga tres aviones italianos con rapidez, y vuelelos aquí, a Rechlin. Instalaría el DB 603 en estos aviones, tal y como consideramos esta mañana. Esto sería un avance considerable hacia el Me 209. No me puedo imaginar al Fw 190 con el BMW 801 tal y como esta hoy como válido para los siguientes dos años y medio. Especialmente porque no sabemos lo que están construyendo los ingleses y americanos.



Goering: Yo también estoy en favor de la propuesta. Sin embargo considero muy posible el que los ingleses hagan mejoras de sus propios modelos. Me gustaría preguntar cual es nuestra mejor manera de mejorar nuestros cazas aparte de la propulsión con reactores.
Milch: El 209 y especialmente su motor.



Goering: si el caza italiano es bueno, entonces no podemos negarlo, y los produciremos en grandes números aquí. No queremos falsos orgullos.

Milch: De esta manera podriamos avanzar 1 año.

Galland: Y sería una buena lección para nuestros diseñadores.

Goering: Además podriamos incluir a pilotos italianos en el programa. En cualquier caso, estoy muy satisfecho de haber oido ésto sobre los italianos.


La opción de poder montar el DB 603 era un importante ventaja sobre las últimas versiones del Bf 109. El modelo alemán montaba el DB 605, una planta motriz que dio muchos quebraderos de cabeza. De hecho llegó a ser considerado como un motor “enfermo”. El DB 603 ofrecía muchas más posibilidades de desarrollo, y se instaló en varias versiones del Ta 152.


 Técnico sobre un Fiat G55 (ww2incolor.com).

De los 3 G55 adquiridos, dos se quedarían en Italia siendo utilizados para obtener soluciones de cómo optimizar el proceso de producción. Otro fue enviado a Rechlin, donde se utilizó para pruebas con el DB 603. A pesar del armisticio, los alemanes siguieron muy interesados, pero el curso de la guerra imposibilitaba la producción. Otro problema –quizás el más grave- era que un G55 necesitaba 15.000 horas de producción (9.000 en caso de ser optimizado) mientras que el Bf 109 F era fabricado en sólo 6.000.

Fuentes y enlaces de interés:

- AWM 54 423/4/103 Part 63, Informe de una conferencia presidida por Goering el 22 de Febrero de 1943
- http://www.kurfurst.org/Tactical_trials/109G-4_Guidonia/109G-4_vergl_Estelle-Guidonia_de.html
- http://xoomer.virgilio.it/g55/G55fea.htm
- http://www.ww2aircraft.net/forum/aviation/

sábado, 14 de febrero de 2015

Fiat G55 en Argentina

Tras la Segunda Guerra Mundial (SGM), un gran número de cazas de pistón fue a parar a paises suramericanos, atraidos por los grandes números y precios asequibles. La mayoría optaría por cazas de EEUU, principal socio comercial en la región y una superpotencia tras la SGM.

En general el caza preferido era el P-47, con buenas prestaciones, disponible en buenos números y mejor cazabombardero que el P-51, otro modelo muy corriente en estos paises. Probablemente los precios no serían muy diferentes, porque durante la SGM un P-47 costaba bastante más que un P-51 (85.000$ vs 50.000 Curiosamente, los Mustang operados por la República Dominicana no fueron retirados hasta 1984, y se vendieron con mucho éxito a operadores privados.

Estos aviones incluso volverían a combatir en la guerra del fútbol, cuando los P-51 salvadoreños combatieron con –entre otros- Corsair hondureños. Parece que los aviones de la US Navy (Corsair y Hellcat) no fueron exportados con tanta facilidad, probablemente debido a la poca tradición de este cuerpo a exportar aparatos.

Argentina adquirió uno de los modelos más "exóticos". Se trata del Fiat G55, un caza equipado con un motor alemán que superaba en muchos aspectos a los famosos Fw-190 y Bf-109 de la época. Los pilotos de pruebas alemanes quedaron tan sorprendidos que incluso se pensó en la fabricación en serie en Alemania.

Fiat G55A monoplaza (Ciro Benito).

La adquicisición del G55 por parte de Argentina es bastante interesante y se remonta a los 40. Tras el fin de la SGM se levantaron las limitaciones a la hora de adquirir material moderno, por lo que el plan quinquenal de la secretaría de Aeronaútica decidió dotar a la fuerza aérea de “una aviación acorde con el lugar preponderante que ocupa esta Nación, comparada con los países que marchan a la cabeza en lo que a aviación se refiere”. Las negociaciones con Italia se iniciaron en 1946, cuando viajaron el Secretario de Aeronáutica y el Director del Instituto Aerotécnico.

El G55 es adquirido debido a la necesidad de adquirir aviones de entrenamiento. A principios de 1947 se había seleccionado el biplaza Fiat F46-2B, especialmente desarrollado para Argentina. El problema radicaba en que la situación de la economía italiana, muy delicada tras años de contienda y ocupación. Para financiar la construcción de estos aparatos se decidió adquirir un lote de aviones G55A Centauro. De esta manera Fiat obtendría los fondos necesarios y los argentinos un avión de altas prestaciones, que permitiría seleccionar a los pilotos más aptos para misiones de caza. El lote acordado fue de 30 G55A monoplaza y 15 G55B biplaza, siendo los primeros 16 G55A modelos fabricados para la fuerza aérea italiana.

Fiat G55B biplaza (José Roque Baretto).

Aunque Italia ofreció Aermacci C205 Veltro, no parece que hubieron pruebas oficiales o concurso con participación internacional. La selección probablemente la cercanía con Italia, origen de muchos inmigrantes en el siglo XIX y XX.

Los primeros 9 G55A llegaron en Junio de 1947 embalados y desarmados a bordo de un carguero. Una vez desembarcados eran enviados a la base aérea de El Palomar, donde se instalaban los sistemas y se realizaban vuelos de prueba. Una vez pasados con éxito fueron entregados al Grupo I de la Agrupación Aérea de Combate, basada en El Plumerillo (Mendoza). En Julio varios de estos aviones participaron en el aniversario de la independencia. El 10 de Septiembre arribaron los dos primeros biplazas.

El G55 operaba como entrenador avanzado junto a otros modelos. Primero se realizaban varios vuelos en el Northtrop 8A-2 biplaza, luego en el Curtiss Hawk 75º y de ahí al G55. A finales de 1947 los G55 acumulaban 427:10 horas y los G55B 32:45, entre los principales inconvenientes estaba la falta de repuestos.

En 1948 terminaron las entregas, y los G55 cambiaron de unidad. La Agrupación fue disuelta y pasaron al Regimiento 2 de Caza. En Enero de 1951 se reformó la estructura de la fuerza aérea y los G55 pasaron al Grupo I de caza, creado a partir del antiguo regimiento. En ese mismo año hubo una intentona golpista y varios oficiales de la unidad fueron dados de baja.

Recuperación de un Fiat G55A (José Roque Baretto).

El G55 era un avión popular entre los pilotos, que lo describían como un avión “ganador”, con mucha potencia y velocidad. En unas pruebas comparativas frente a un Spitfire Mk IX el Fiat resultó ser superior. El principal problema era que se trataba de un aparato construido en una guerra, y su mantenimiento era intensivo. El motor debía desmontarse cada 100 horas y muchos de sus componentes eran de difícil acceso debido a la configuración en V invertida. Las cañerías del radiador y tuberías del refrigerante tenían tendencia a romperse. Desde el principio los mecánicos observaron problemas con los neumáticos, zapatas y cintas de freno. Los problemas de mantenimiento se veían agravados por la falta de herramientos. Por ejemplo, no se disponía de un banco motor para realizar pruebas. La corta vida del aparato queda reflejada en el hecho de que los ejemplares accidentados en 1954 no superaban 315 horas de vuelo.

Los G55 seguirían operado hasta 1953, cuando participan en unas maniobras de la fuerza aérea. A partir de entonces, la falta de repuestos dificultaría muchos las operaciones. La orden oficial afirmaba “Que el material de los aviones Fiat G55 presentaba deficiencias estructurales provocadas por la fatiga de material, siendo reducido el porcentaje de aviones en servicio y a un costo elevado. Resulta que dicho material aéreo no satisface las exigencias que los requerimientos operativos y de instrucción exigen”.

Fuentes y enlaces de interés:

- Fiat G55A/B Centauro & G-59-1A, Serie Fuerza Aérea Argentina Nro 10, de A. Baldini y S. Bontti, Fuerzas Navales (2006). Las fotos proceden de esta obra.