Este
libro narra la reunificación alemana desde el punto de los ejércitos.
Como es sabido, tanto Alemania Occidental como Oriental contaban con
FFAA. Para la primera era la Bundeswehr, y para la segunda el NVA
(National Volks Armee).
Se trata de un tema muy interesante, y del que sólo hay un par de libros en inglés (este es uno de ellos). El autor es el teniente coronel Jorg Schonbohm, encargado de llevar a cabo la disolución y reintegración del NVA en la nueva Bundeswehr.
La tarea no era nada sencilla. Los tratados firmados con la URSS y EEUU obligaban a reducir las FFAA hasta 370.000 soldados. En el momento de la reunificación la RFA contaba con 495.000 soldados, y la NVA con 103.000 (hasta mediados de Septiembre de 1990 contaba con 175.000). El NVA sería disuelto el 31 de Diciembre de 1990 y sustituido por una formación temporal, el Bundeswehr kommando Ost (BKO). Los mandos tenían por delante una tarea ingente.
- Organizar el material militar, que se calculaba en 2.300 tanques, 7.800 vehículos de combate, 2.500 piezas de artillería, 400 aviones de caza, 50 helicópteros de ataque, 1.2 millones de armas ligeras y 300.000 toneladas de munición.
- Reducir el tamaño de las FFAA en la RDA. Todos los oficiales por encima de 50 años pasarían a la reserva, y un porcentaje muy pequeño del resto sería aceptado en el nuevo ejército. Además perderían 1 o 2 rangos.
- Disolver las unidades del NVA en buen orden y crear una fuerza de 50.000 soldados. De estos sólo 20.000 serán del NVA. El resto serán tropa de leva y oficiales de Alemania Occidental.
- Coordinar con los soviéticos la retirada de sus tropas de la antigua RDA. A finales de los 80 la URSS tenía desplegada 350.000 soldados, que ocupaban una enorme cantidad de bases.
El autor narra a través de un diario el proceso de integración, y hace muchas reflexiones sobre ambos ejércitos. Sin duda eran muy diferentes. El NVA era visto como un instrumento del partido socialista SED, en el poder durante décadas. Contaba con 11 divisiones (6 acorazadas y 5 mecanizadas), todas ellas con un excelente
entrenamiento y disponibilidad del 85%. El 99% de los oficiales pertenecían al SED. En el momento de la unificación existía cierto miedo a que a algunos mandos se les fuera la mano y organizasen una revuelta o agresión. Por ejemplo, la situación en la marina era muy tensa. De una plantilla de 8.500, 7.000 iban a ser despedidos y se temía que hundiesen los barcos en señal de protesta. Algo antes de la reunificación se produjo un motín en una base, algo que encendió las alarmas en muchos políticos.
Por suerte, no hubo ningún problema y el proceso se desarrolló de una manera satisfactoria. El autor explica con mucho detalle el proceso de selección, reconversión de bases y condiciones sociales. Por ejemplo, muchas bases tenían instalaciones deficientes para estándares occidentales, sobre todo las cocinas. Los soviéticos habían ocupado los mejores cuarteles después de 1945 y el NVA tuvo que construirlos desde 0, tarea para la cual no había siempre dinero o tiempo. Muchos oficiales del NVA acogieron la unificación con ansiedad porque sus puestos de trabajo peligraban. Muchos se reintegraron en la vida civil gracias a las ayudas de formación, pero otros quedaron algo resentidos. Esto afectaba a los que eran aceptados porque solían vivir en los mismos apartamentos.
Los políticos fueron demasiado optimistas al querer disolver el NVA sin esperar mucho. Esto hacía peligrar la seguridad de munición almacenada en muchos almacenes e instalaciones. Además había que absorver las instalaciones soviéticas. El autor cuenta alguna anecdota sobre esto. Alguna generó mucha tensión: varios oficiales alemanes fueron tiroteados por un centinela soviético en una base... posteriormente se creyó que había misiles nucleares, a pesar de que los soviéticos afirmaban haber sacado de Alemania todos los misiles de corto alcance.
Algunos lectores han criticado el libro porque el autor hace “golpes bajos” a la RDA, quejándose de la contaminación, higiene general, o situación económica. Es cierto que en algunos pasajes ocurre esto, pero tampoco miente al afirmar que en la RDA había mucha más contaminación o que la situación de la vivienda era mucho peor.
Tampoco el estilo me pareció seco o aburrido. La obra no es muy larga (256 páginas) y cubre el periodo octubre 1990 - junio 1991. El texto se lee con facilidad. El autor podría haber hablado más de los sistemas heredados del NVA, como los MiG-29 (a los que dedica 1 línea) o T-72. Dado que hay muy pocos libros sobre el tema, lo recomendaría a cualquier interesado en el final del NVA y su integración en el Bundeshwehr.
En el foro El Gran Capitán me han comentado que el libro existe en español, ya que fue traducido por el ministerio de defensa. El título es "Dos ejércitos y una sola patria". Parece que se puede encontrar en alguna biblioteca (ver segundo enlace).
Fuentes y enlaces de interés:
- Two Armies and One Fatherland: End of the National Volksarmee, de J. Schonbohm, Berghahn Books (1996).
- http://www.worldcat.org/title/dos-ejercitos-y-una-sola-patria/oclc/433901119
Se trata de un tema muy interesante, y del que sólo hay un par de libros en inglés (este es uno de ellos). El autor es el teniente coronel Jorg Schonbohm, encargado de llevar a cabo la disolución y reintegración del NVA en la nueva Bundeswehr.
La tarea no era nada sencilla. Los tratados firmados con la URSS y EEUU obligaban a reducir las FFAA hasta 370.000 soldados. En el momento de la reunificación la RFA contaba con 495.000 soldados, y la NVA con 103.000 (hasta mediados de Septiembre de 1990 contaba con 175.000). El NVA sería disuelto el 31 de Diciembre de 1990 y sustituido por una formación temporal, el Bundeswehr kommando Ost (BKO). Los mandos tenían por delante una tarea ingente.
- Organizar el material militar, que se calculaba en 2.300 tanques, 7.800 vehículos de combate, 2.500 piezas de artillería, 400 aviones de caza, 50 helicópteros de ataque, 1.2 millones de armas ligeras y 300.000 toneladas de munición.
- Reducir el tamaño de las FFAA en la RDA. Todos los oficiales por encima de 50 años pasarían a la reserva, y un porcentaje muy pequeño del resto sería aceptado en el nuevo ejército. Además perderían 1 o 2 rangos.
- Disolver las unidades del NVA en buen orden y crear una fuerza de 50.000 soldados. De estos sólo 20.000 serán del NVA. El resto serán tropa de leva y oficiales de Alemania Occidental.
- Coordinar con los soviéticos la retirada de sus tropas de la antigua RDA. A finales de los 80 la URSS tenía desplegada 350.000 soldados, que ocupaban una enorme cantidad de bases.
El autor narra a través de un diario el proceso de integración, y hace muchas reflexiones sobre ambos ejércitos. Sin duda eran muy diferentes. El NVA era visto como un instrumento del partido socialista SED, en el poder durante décadas. Contaba con 11 divisiones (6 acorazadas y 5 mecanizadas), todas ellas con un excelente
entrenamiento y disponibilidad del 85%. El 99% de los oficiales pertenecían al SED. En el momento de la unificación existía cierto miedo a que a algunos mandos se les fuera la mano y organizasen una revuelta o agresión. Por ejemplo, la situación en la marina era muy tensa. De una plantilla de 8.500, 7.000 iban a ser despedidos y se temía que hundiesen los barcos en señal de protesta. Algo antes de la reunificación se produjo un motín en una base, algo que encendió las alarmas en muchos políticos.
Por suerte, no hubo ningún problema y el proceso se desarrolló de una manera satisfactoria. El autor explica con mucho detalle el proceso de selección, reconversión de bases y condiciones sociales. Por ejemplo, muchas bases tenían instalaciones deficientes para estándares occidentales, sobre todo las cocinas. Los soviéticos habían ocupado los mejores cuarteles después de 1945 y el NVA tuvo que construirlos desde 0, tarea para la cual no había siempre dinero o tiempo. Muchos oficiales del NVA acogieron la unificación con ansiedad porque sus puestos de trabajo peligraban. Muchos se reintegraron en la vida civil gracias a las ayudas de formación, pero otros quedaron algo resentidos. Esto afectaba a los que eran aceptados porque solían vivir en los mismos apartamentos.
Los políticos fueron demasiado optimistas al querer disolver el NVA sin esperar mucho. Esto hacía peligrar la seguridad de munición almacenada en muchos almacenes e instalaciones. Además había que absorver las instalaciones soviéticas. El autor cuenta alguna anecdota sobre esto. Alguna generó mucha tensión: varios oficiales alemanes fueron tiroteados por un centinela soviético en una base... posteriormente se creyó que había misiles nucleares, a pesar de que los soviéticos afirmaban haber sacado de Alemania todos los misiles de corto alcance.
Algunos lectores han criticado el libro porque el autor hace “golpes bajos” a la RDA, quejándose de la contaminación, higiene general, o situación económica. Es cierto que en algunos pasajes ocurre esto, pero tampoco miente al afirmar que en la RDA había mucha más contaminación o que la situación de la vivienda era mucho peor.
Tampoco el estilo me pareció seco o aburrido. La obra no es muy larga (256 páginas) y cubre el periodo octubre 1990 - junio 1991. El texto se lee con facilidad. El autor podría haber hablado más de los sistemas heredados del NVA, como los MiG-29 (a los que dedica 1 línea) o T-72. Dado que hay muy pocos libros sobre el tema, lo recomendaría a cualquier interesado en el final del NVA y su integración en el Bundeshwehr.
En el foro El Gran Capitán me han comentado que el libro existe en español, ya que fue traducido por el ministerio de defensa. El título es "Dos ejércitos y una sola patria". Parece que se puede encontrar en alguna biblioteca (ver segundo enlace).
Fuentes y enlaces de interés:
- Two Armies and One Fatherland: End of the National Volksarmee, de J. Schonbohm, Berghahn Books (1996).
- http://www.worldcat.org/title/dos-ejercitos-y-una-sola-patria/oclc/433901119
No hay comentarios:
Publicar un comentario