Hace
poco Osprey publicó este volumen sobre el tanque pesado M103. El autor
es Ken Estes, oficial retirado del USMC y que sirvió con este tanque.
Desde el primer momento me interesé por el libro porque el tanque apenas
es conocido, sobre todo si se compara al Abram, Sherman o Patton.
El libro es de 50 páginas, lo que parece breve a primera vista. El autor comienza con una introducción en la que explica la situación de las fuerzas acorazadas americanas tras la Segunda Guerra Mundial (SGM) y los proyectos de tanques ligeros, medios y pesados. Inmediatamente después hay una cronología con los principales hechos relacionados con el desarrollo del M103 hasta 1962.
El desarrollo del vehículo no sólo se explica desde un punto de vista técnico sino también doctrinal. El proyecto del M103 fue evolucionando a partir de un prototipo de tanque pesado creado a finales de la SGM. Además del ejército, el Marine Corps mostró interés por el diseño porque en la doctrina del cuerpo había necesidad de tanques pesados. El prototipo, conocido como T43, fue incorporando modificaciones dictadas por un comité de diseño. Por ejemplo, se añadio un segundo cargador, torre y chasis con geometrías elíticas, un ordenador mecánico y se procedió a diseñar un cañón de 120mm.
La Guerra de Corea hizo saltar todas las alarmas y el programa se aceleró. Esto hizo que la fabricación de T43 fuese demasiado precipitada. Los tanques recien fabricados tuvieron que pasar por un programa de modernización. La lista de defectos era tal que el ejército perdió interés. El conflicto en Corea había terminado y ya no había urgencia. El USMC siguió invirtiendo en el tanque, que pasó a designarse M103. En alguna de esta sección me hubiese gustado encontrar una tabla con las características principales.
El libro sigue con una descripción del M103 en servicio en el ejército y USMC. El M103 nunca entró en combate, por lo que el autor se centra en explicar cómo se desplegaban los tanques. Aquí se pueden encontrar datos interesantes sobre repuestos, fiabilidad o medios de transporte.
La última sección describe el desarrollo y uso de la última variante, denominada M103A2. Esta incorporaba muchos sistemas del M60, lo que mejoraba la precisión de disparo y logística.
Antes de llegar a las conclusiones, se describe la versión de recuperación, denominada M51. Los vehículos anteriores se basaban en el chasis del M4 Sherman, incapaces de remolcar un M103 si estaba atascado en el barro.
En las conclusiones el autor explica las limitaciones de los carros pesados de la época, pero indica que el M103 era el único carro que contaba con un armamento que garantizaba la destrucción de carros pesados soviéticos como el T-10. A pesar de ser el “patito feo”, el M103 estuvo en servicio hasta 1972.
Creo que Osprey ha cubierto un hueco con este volumen. Lo recomendaría a cualquier persona interesada en tanques; sobre todo en el M103 –evidentemente- porque es el único libro específico en el mercado. Un problema es que el texto es algo complejo y seco, por lo que requiere un buen nivel de inglés.
Fuentes y enlaces de interés:
- M103 Heavy tank, 1950-74, de K. Estes, Osprey Publishing (2013).
El libro es de 50 páginas, lo que parece breve a primera vista. El autor comienza con una introducción en la que explica la situación de las fuerzas acorazadas americanas tras la Segunda Guerra Mundial (SGM) y los proyectos de tanques ligeros, medios y pesados. Inmediatamente después hay una cronología con los principales hechos relacionados con el desarrollo del M103 hasta 1962.
El desarrollo del vehículo no sólo se explica desde un punto de vista técnico sino también doctrinal. El proyecto del M103 fue evolucionando a partir de un prototipo de tanque pesado creado a finales de la SGM. Además del ejército, el Marine Corps mostró interés por el diseño porque en la doctrina del cuerpo había necesidad de tanques pesados. El prototipo, conocido como T43, fue incorporando modificaciones dictadas por un comité de diseño. Por ejemplo, se añadio un segundo cargador, torre y chasis con geometrías elíticas, un ordenador mecánico y se procedió a diseñar un cañón de 120mm.
La Guerra de Corea hizo saltar todas las alarmas y el programa se aceleró. Esto hizo que la fabricación de T43 fuese demasiado precipitada. Los tanques recien fabricados tuvieron que pasar por un programa de modernización. La lista de defectos era tal que el ejército perdió interés. El conflicto en Corea había terminado y ya no había urgencia. El USMC siguió invirtiendo en el tanque, que pasó a designarse M103. En alguna de esta sección me hubiese gustado encontrar una tabla con las características principales.
El libro sigue con una descripción del M103 en servicio en el ejército y USMC. El M103 nunca entró en combate, por lo que el autor se centra en explicar cómo se desplegaban los tanques. Aquí se pueden encontrar datos interesantes sobre repuestos, fiabilidad o medios de transporte.
La última sección describe el desarrollo y uso de la última variante, denominada M103A2. Esta incorporaba muchos sistemas del M60, lo que mejoraba la precisión de disparo y logística.
Antes de llegar a las conclusiones, se describe la versión de recuperación, denominada M51. Los vehículos anteriores se basaban en el chasis del M4 Sherman, incapaces de remolcar un M103 si estaba atascado en el barro.
En las conclusiones el autor explica las limitaciones de los carros pesados de la época, pero indica que el M103 era el único carro que contaba con un armamento que garantizaba la destrucción de carros pesados soviéticos como el T-10. A pesar de ser el “patito feo”, el M103 estuvo en servicio hasta 1972.
Creo que Osprey ha cubierto un hueco con este volumen. Lo recomendaría a cualquier persona interesada en tanques; sobre todo en el M103 –evidentemente- porque es el único libro específico en el mercado. Un problema es que el texto es algo complejo y seco, por lo que requiere un buen nivel de inglés.
Fuentes y enlaces de interés:
- M103 Heavy tank, 1950-74, de K. Estes, Osprey Publishing (2013).
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