La página web katpol.blog.hu
ha publicado unas memorias de un antiguo coronel del Ejército Popular
de Hungría, nombre que tenía el ejército de este país entre 1951 y 1990.
Su relato es muy interesante porque operó 3 de los principales tanques
soviéticos: T-34-85, T-54/55 y T-72. Por ello me he animado a traducir
el texto y añadir algunos comentarios.
En diciembre de 1960 fui informado de que
en breve empezaría la expansión de las fuerzas acorazadas, y que debería
cambiar mi carrera de oficial de infantería a tanques. En caso de guerra,
habría 7 regimientos acorazados (3 en tiempos de paz). Junto a ellos habría 12
batallones de infantería, equivalente a 3 regimientos. En los años 50 se había
purgado a muchos oficiales “inadecuados”, pero ahora estaban siendo llamados a
filas. Se estableció un centro de enseñanza y se entrenaron a muchos oficiales
para operar en tanques o apoyándolos.
Anteriormente había pocos tanquistas.
Estaba sirviendo en un regimiento subordinado, equipado con JS-2 y SU-122. Los
regimientos bajo las divisiones de infantería utilizaban T-34 y SU-76, pero no
en un batallón sino en 4 compañías. La transición a T-34 empezó en 1956. Los
vehículos pesados fueron retirados, y en la Unión Soviética la producción de
autopropulsados cesó porque era imposible protegerlos de la radiación.
La formación fue de buena calidad, con
mucha teoría y práctica. Ese año aprendí a conducir un coche, un tanque, y en
todas las posiciones de este último. Estudiamos mucho para obtener el diploma
de educación secundaria. Los carnets de conducir eran esenciales porque
sabíamos que uno de los primeros objetivos del enemigo sería el centro de
formación. En caso de alarma, tenía que llevar a mis hombres a un centro de
movilización. Esto se entrenaba mucho, y me estresaba conducir un T-34 en medio
del tráfico, sin espejos y con una oruga en el arcén.
Entrenábamos mucho la cooperación con
infantería, transportando a los infantes, que se comunicaban con nosotros
mediante unos auriculares.
El T-34 estaba diseñado para ser utilizado
por 5 personas, pero sólo lo utilizábamos con 4 –como los soviéticos en la
Segunda Guerra Mundial-, sin operador radio. El conductor era capaz de recargar
la ametralladora frontal y disparar mediante un botón en la palanca derecha.
Sin apuntar disparaba a 300-500 metros y 80-120 cm de altura.
Permitíamos a algunos infantes entrar en
el tanque para calentarse. Uno iba en el puesto del operador radio y otros 2-3
en la torre. Entonces conducíamos 10 km/h más rápido y se daban contra todo.
Luego nos decían que preferían congelarse en el bosque antes que subir a un
tanque. Posteriormente eran reasignados para convertirse en tanquistas.
El conductor y comandante se preparaban en
la escuela, el cargador y artillero en la unidad. De acuerdo al plan el
cargador se convertía en artillero después de 1 año, y un recluta se convertía
en el cargador. A finales de año los cargadores recibían un curso de 90 horas
para convertirse en artilleros.
Inicialmente el operador radio utiliza la
radio. En el vehículo de mando había dos, una operada por el comandante y otra
por el artillero. El artillero informaba al comandante de lo que recibía a
través del intercom. Al final de su despliegue, los artilleros iban a un curso
de señales (comunicación), donde aprendían a utilizar una radio de onda corta,
y otra ultra corta.
T-34, probablemente utilizado como blanco (Szekeres).
La ametralladora de la torre era operada
por el artillero. Tenía un gatillo en la parte horizontal de los mandos, y otro
para el cañón en la vertical. Delante suyo tenía dos interruptores, uno para la
ametralladora y otro para el cañón. Para abrir fuego tenía que dar al
interruptor y apretar el gatillo. De esta manera se evitaban errores.
Para girar la torre se utilizaba un motor
eléctrico, que se controlaba con un interruptor.
El cañón era un 85 mm de ánima rallada,
simple, versátil. Otros cañones tenían una velocidad de boca de 650-800 m/s,
pero este modelo disparaba un proyectil subcalibrado –apodado cuello de ganso-
a 1040 m/s.
En la escuela sólo serví 3,5 años en el T-34, después
raramente.
Para su época era un tanque decente. La coraza inclinada
a 60° desviaba muchos de los tiros, y paraba aquellas que penetraban. Recibió
muchas modificaciones en el periodo que fue operado. La torre que era soldada
pasó a ser fundida. Los 2-3 primeros milímetros de la coraza en la parte
superior fueron endurecidos (cementados), y sonaban como el cristal cuando les
golpeabas con un martillo, sin dejar marca. No sé cuánto estrés se aplicó ni
qué fácilmente se rompía, pero evitaba que los proyectiles perforantes
penetrasen en la coraza.
Los laterales de los proyectiles tienen ranuras que hacen
que la granada entre en perdida y contacte con la coraza. Cuando impacta en el
blindaje a, digamos 60°, estas ranuras hacen que la granada entre en pérdida y
gire hacia el acero, de tal manera que lo que podía ser desviado a 60°, gira a
60-70° y penetra. Había un blindaje tan blando que se hundía 0,5 mm después de
golpearlo con un martillo. He visto proyectiles alemanes de 85 mm de diámetro (1)
impactar en la coraza con 1/3 del proyectil penetrando y los otros 2/3 fuera,
soldado en la torre y siendo utilizado como agarre para entrar en la torre.
El motor era en V y estaba bien
equilibrado, con un recorrido de pistón de 186 mm en un lado y otro con 186,7
mm. Alcanzaba 500 HP. Era casi imposible calarlo, y funcionaba rápido, máximo
de 2200 RPM, y el par máximo a 1800 RPM. La caja de cambios era simple, no
estaba sincronizada, pero era relativamente fácil de controlar. A veces para
cambiar se necesitaban dos personas. Era fácil de reparar, un tanque destruido
pero no quemado estaba listo para el combate en un día. Un taller medio de
agricultura o industria era suficiente para repararlo.
La presión sobre el suelo era de 0,81
kg/m2 para este tanque de 34 toneladas. Era capaz de pasar por donde no podía
pasar a pie. Podía superar un obstáculo de 80 cm de altura y atravesar una
zanja de unos 3 metros de ancho.
Estaba controlado por tres pedales como un
coche. El freno consistía en dos mandos, uno estrecho, de tres dedos de ancho,
para girar en un radio, y uno ancho para girar en ángulo recto. A veces se
calentaba, y no se podía frenar. La solución era soltar el acelerador,
presionar el embrague, cambiar a una velocidad más baja, frenar con el mando
ancho ancha, presionar el acelerador hacia abajo, y soltar embrague. El
problema es que ésto desgastaba el embrague.
La dirección era controlada con dos
palancas. Al empujar hasta cierto punto se soltaba el embrague, y si seguías se
conectaba el embrague, pero operaba el freno de mando ancho.
(1) El 85 mm es un calibre típico soviético.
Muy interesante, sube mas!
ResponderEliminarExcelente, muchas gracias.
ResponderEliminarMuy Bueno !!!
ResponderEliminarLo has traducido del hungaro ???
Veremos que cuenta de los t5x, y de los t7x.
Espero con impaciencia.
Gracias.
'Los vehículos pesados fueron retirados, y en la Unión Soviética la producción de autopropulsados cesó porque era imposible protegerlos de la radiación.'
ResponderEliminarMuy interesante. Gracias Alejandro!
Me pregunto como hubiesen evolucionado los ejércitos, los medios blindados, la infantería, y todas las armas, si las armas nucleares jamas hubiesen existido. Que distinto seria todo.
EliminarSharptooth sin armas nucleares, habría mas o menos lo mismo, solo ve como ha evolucionado el armamento convencional a pesar de las armas nucleares
EliminarGracias, un forista de tank-net hizo un resumen al inglés bastante completo. También he traducido otras partes. Pasado mañana sale la parte del T-55, y el martes la del T-72 junto a las fuentes.
ResponderEliminarSi os gusta ya sabeis que la manera más sencilla de apoyar el blog es pinchando la publicidad.
Saludos.
Hola!
ResponderEliminarExcelente articulo. Las entrevistas y vivencias de personal militar que se exponen en el blog son de lo mejor. Gracias por llegar a los que somos ignorantes del ingles.
Saludos.
Muchas gracias por esta subida y las que vienen. Pinchando...
ResponderEliminarSuper interesante, muchas gracias
ResponderEliminarpinchando