domingo, 20 de junio de 2021

Entrevista con Juan José Fermin Pérez, escritor y veterano de la BRIPAC

Juan José Fermin Pérez, escritor y veterano de la BRIPAC (Brigada Paracaidista), ha tenido la amabilidad de aceptar una entrevista para el blog. Acaba de publicar el libro "Yo estuve en la Brigada Paracaidista", donde narra su paso por Primera Bandera de la BRIPAC. Al final de la entrevista hay un enlace a una sinopsis más detallada y a amazon.

1) Hola Juan José, gracias por aceptar una entrevista para el alejandro-8.blogspot.com ¿Puedes ofrecer un breve resumen de tu servicio en las FFAA?


Mi especialidad era Infantería Ligera. Después de mis dos meses de formación inicial en Alcantarilla, Murcia, fui destinado a la Primera Compañía de la Primera Bandera, en Alcalá de Henares. Era fusilero granadero, aunque tuvo otras funciones, como las de radioperador, tirador de ametralladora y sanitario. Después de dos años, me cambié a la Plana Mayor, donde estuve un año más, hasta mi ascenso y cabo. Fui destinado a la AALOG 11, en Colmenar Viejo. Dejaría el Ejército en el 2002, después de cinco años. En mi haber se incluyen cuatro meses de misión en Bosnia, en 1999.

2) ¿Cuál fue tu impresión del entrenamiento y formación? ¿Hay algún aspecto que crees que se podría haber mejorado?

El entrenamiento era duro, inflexible y agotador. Había ocasiones en las que yo hubiera tirado el uniforme a una esquina, para irme a dormir veinte horas seguidas. Pero cuando veías a tus veteranos, cabos o sargentos seguir adelante, no te quedaba más remedio que apretar los dientes y mantener el ritmo.

Con el tiempo, te dabas cuenta que podías medirte sin problemas con cualquier otra unidad, o que te estabas preparado para afrontar cualquier tipo de misión que quisieran encargarte. Ese grado de formación y confianza bien merecían todo el sudor invertido.

Creo que la única manera de mejorar ese entrenamiento hubiera sido con más horas de instrucción, por decir algo, especialmente la relacionada con el combate urbano y las operaciones antiterroristas (se nos echaban encima el 11S y escenarios como Irak o Afganistán)

3) ¿Cuál es tu opinión de las armas que utilizaste? ¿Cuales eran los aspectos positivos y negativos?

Usaba el Cetme L, en sus distintas variantes, como el LC (cañón corto y culta retráctil) y el LV (con visor). Muy cómodas y manejables y, aunque he leído opiniones contrarias, fáciles de desmontar. También eran bastante fiables y precisas, a condición de que las trataras bien y mantuvieras una cadencia de tiro apropiada.

De la AMELI, en cambio, no puedo destacar tantas virtudes. Sólo puede destacarse que era más ligera que la MG, y exigía llevar menos peso en munición, porque usaba el calibre 5,56. Por lo demás, el cañón podía doblarse o las vainas quedarse soldadas a la recámara debido al calor, aunque se disparasen ráfagas muy cortas y espaciadas. También era frágil, y no podíamos saltar con ellas, porque podían romperse al caer. Fue una buena idea convertida en un mal diseño.

4) ¿Qué equipos de visión nocturna utilizabas y qué alcance tenía?

No recuerdo marca ni alcance, la verdad. Pero salvo en condiciones muy específicas, era raro utilizar gafas de visión nocturna. Aprendíamos a desenvolvernos en una oscuridad casi total.

5) Cuando serviste en la BRIPAC las FFAA estaban en plena profesionalización ¿Cómo afectó el proceso a tu unidad?

Todos los paracaidistas disponibles en las Banderas éramos profesionales, ya en 1996. Cuando terminó el servicio militar, tuvimos que asumir algunas tareas que realizaban los chavales de reemplazo, como las guardias. Eso fue lo único destacable.

6) ¿Qué opinas del debate 7,62 mm frente a 5,56 mm?

De vez en cuando, aún escucho a alguien, con el codo en la barra del bar, diciendo que las balas de pequeño calibre están diseñadas para herir al enemigo y no matarlo, porque así neutralizas a la víctima y a quienes acudan a socorrerla. Pero eso es una tontería.

Más allá del debate sobre calibres o índice de penetración, creo que es un problema de peso y de logística. Un cargador completo de 7,62 pesa sensiblemente más que uno de 5,56. Cuando llevas unos 30 kilos de equipo a la espalda, eso puede suponer una diferencia decisiva. Por no hablar de los problemas de transportar, o incluso lanzar desde un avión, un tipo de munición y otro.

7) Los paracaidistas tienen que lanzarse en condiciones (meteorológicas) muy complejas ¿En tu caso cuáles fueron las peores?


En efecto, las condiciones meteorológicas pueden ser un elemento más temible que los fusiles enemigos. No se está libre de peligros ni siquiera cuando se ha tocado suelo.  En 1972, murieron 13 paracaidistas, y fueron heridos más de un centenar, arrastrados por el viento. Conscientes de ello, los mandos siempre fueron muy rigurosos a la hora de valorar los riesgos, y no recuerdo haber saltado en condiciones peligrosas. Puede haber más o menos viento, presencia de árboles o carreteras pero, en general, siempre salté sintiéndome seguro.

Portada del libro.


La excepción eran los saltos nocturnos. Sin equipos de visión especiales, no hay manera de evaluar cuando se va a aterrizar ni dónde. Impresionar mucho saltar en esas condiciones.

8) A la hora de realizar maniobras ¿Cuál era el escenario típico? Toma de un objetivo y esperar a que fuerzas terrestres enlacen, combate contra tropas irregulares etc


La piedra angular de la infantería es el “fuego, movimiento y choque”. Implica  asaltar una posición enemiga, tan rápidamente como sea posible, ayudándose de abrigos y cubiertas mientras otros protegen con su fuego, con la idea de llegar cuanto antes al cuerpo a cuerpo. Mil veces habré repetido esta clase de asaltos, en campos e instrucción como San Gregorio o Chinchilla. Pero todo eso no es más que instrucción básica, destinada a enseñar los rudimentos del combate y, sobre todo, a mejorar la forma física.
La verdad es que no recuerdo dos maniobras iguales. Combate en entorno urbano, operaciones de guerrilla o contraguerrilla, operaciones nocturnas, liberación de rehenes, embarque o desembarque de todo tipo de vehículos terrestres y aéreos… No hay rutina en la vida de un paracaidista.

9) ¿Recibiste algún entrenamiento específico antes de ser desplegado en Bosnia?

Sí, se confirmó que nos marcharíamos con cuatro meses de antelación y, desde ese momento, el entrenamiento se orientó a esa misión. Especialmente al combate urbano, el trato con la población civil, misiones de escolta y control de carreteras. También nos enseñaron la turbulenta historia de Bosnia, y cuáles eran las facciones implicadas en el último conflicto.

10) ¿Pudiste probar material de otros países en maniobras? ¿Hubo algún equipo que te llamó la atención por lo positivo o negativo? ¿Cuál fue tu impresión del entrenamiento del personal?

He realizado maniobras con los paracaidistas franceses e italianos, con los marroquíes, con los polacos… Quizá los que más me llamaron la atención fueron los Marines estadounidenses, no sólo por el mito que las he construido Hollywood, sino porque se trata de una unidad con sobrada experiencia en combate. Era curioso verles desplegar el equivalente a una pequeña ciudad en el campo de maniobras, cuando nosotros prácticamente íbamos con lo puesto (como paracaidistas, no puede ser de otra manera), y moverse siempre en vehículos, incluso para recorrer distancias cortas.

Si algo envidiaba era la uniformidad de algunas unidades, como las norteamericanas, que usaban chalecos para transportar la munición y parte del equipo. Resultaban mucho más cómodas que las cartucheras que, en esa época, llevábamos a la cintura y tendían a moverse o a clavarse en las caderas. Justo cuando me fui de la BRIPAC, se adoptó ese tipo de chalecos.
 
A nivel de preparación, detecté carencias en tropas de países ajenas a la OTAN o de reciente incorporación (no diré cuáles) y me llevé muy buena impresión de aliados como los franceses o italianos.

11) ¿Tienes previsto escribir algún libro más de temática militar?

Suelo escribir relatos de ficción, y es la primera vez que me animo a tratar temas militares. No sabía qué tipo de recepción podía esperar del público, sobre todo, entre los antiguos y compañeros y veteranos de la Brigada Paracaidista. Sin embargo, las reacciones no pueden ser mejores. Aún no sé si seguiré escribiendo ensayos de temática militar, pero estoy cada vez más inclinado a ello.

En la página de Veteranos Pararacaistas se puede leer una sinopsis más detallada:

https://www.vetpac.es/yo-estuve-en-la-brigada-paracaidista/


Enlace en amazon al libro:

https://www.amazon.es/dp/B096BDF1LX

Otras entrevistas

El blog tiene una sección propia de entrevistas, y siempre buscó realizar más. Si eres militar activo o en reserva, o si tienes alguna relación con la industria de defensa, y no te importaría responder a una entrevista anónima, te puedes poner en contacto conmigo (ver correo electrónico en el título del blog).

- Entrevista con un antiguo tripulante de M47 del Ejército de Tierra
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- Entrevista con un antiguo tripulante de Magach
- Entrevista con W., antiguo tanquista de AMX30 en el Ejército de Francia
- Entrevista con Dragón, antiguo tanquista de M48 y M60 Patton 
- Entrevista a Pablo González, enviado especial en Nagorno-Karabaj
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- Entrevista con un veterano del Royal Electrical and Mechanical Engineers (REME), Ejército Británico
- Entrada blog: Entrevista con J., antiguo conductor de tanques T-72 en el Ejército de la República Checa
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- Entrevista con Kenneth Estes, antiguo oficial del United States Marine Corps e historiador
- Entrevista con un antiguo tripulante de Leo-2 austriaco
- Entrevista con un comandante de carro de Leo-2E
- Entrevista con Stefan Kotsch, tanquista de T-55/72 y autor de http://www.kotsch88.de
- Entrevista con un antiguo teniente de las FFAA francesas
- Entrevista a Lancero, antiguo carristas del Ejército Español

12 comentarios:

  1. Sobre el accidente de 1972:

    Una visión oficial en mi opinión fría y que no entra en valorar porqué se obligó a los lanzamientos con tanto viento:
    https://aesvmz.files.wordpress.com/2018/04/op-maxorata72.pdf

    Otra visión:

    https://foro.tiempo.com/ano-1972-el-fuerte-viento-mato-a-13-militares-que-se-arrojaron-en-paracaidas-t57803.0.html


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    1. Irresponsabilidad sin limites.

      Asi lo llamaria a este suceso.

      Un comandante paracaidista que dice que sus hombres estan dispuestos a morir en un ejercicio, su lugar es en un manicomio y con chaleco de fuerza.

      Ningun soldado debe morir en en ejercicio, y si eso sucede alguien debera ser destituido.

      En Israel el ano pasado, un soldado "para" se ahogo durante un ejercicio de navegacion nocturno al intentar cruzar un arroyo una noche de lluvias.

      Todo en mando directo de la compania ,sargento y jefe de seccion, y jefe de compania, fueron destituidos y juicio militar.

      La vida de un soldado debe ser sagrada hasta una guerra, esto es otro cuento, pero en ejercicios, si alguien muere siempre hay un irresponsable directo.

      Saludos.

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    2. Totalmente de acuerdo contigo. Sobre el hecho que comentas de un ahogamiento, curiosamente en USA pasó algo parecido y murieron varios marines (en los años 60). Creo recordar que fue un proceso largo pero se investigó el caso.

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    3. Hola Norberto y Arxiu, en España también ha habido juicios por casos parecidos.

      https://www.elmundo.es/cronica/2015/01/25/54c3907be2704e8f4c8b458b.html

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    4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    5. ...Alejandro, no han habido todos los juicios que debieran y, muchos de los habidos, tracaleados...!!
      ..lo del salto de Canarias fue de fusilamiento, basado en el capricho de alguien (el muy irresponsable) que tenía más coj..nes que nadie...!!
      ...aquéllo fue convenientemente tapado.

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  2. Bueno. El libro se titula "Yo estuve en la Brigada Paracaidista", y expone mi experiencia en esa unidad. No me corresponde valorar algo ocurrido cuando yo no había nacido, y la naturaleza de la BRIPAC era sustancialmente diferente. Sí puedo constatar de que, en mi época, los paracaídas habían mejorado, e incluían suelta rápida para impedir el arrastre del viento, una vez en tierra. Y también puedo confirmar que, ante la duda, si las condiciones eran complicadas y, NO se saltaba. Por lo demás, opino que una profesión como ésta, nunca se está totalmente libre de peligros. Es imposible. Se toman todas las precauciones posibles y, aún así, hay margen para el error humano, un fallo en los materiales o cualquier otro tipo de incidencia. Solo queda tomar nota, y aprender de ello para evitar algo similar en el futuro.

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    1. La democracia tiene sus defectos y muchas virtudes. Seguro que el trato a los soldados ha mejorado, como la profesionalidad de la BRIPAC de un nivel más que excelente.

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  3. Juan José al leer tu libro me han venido muchos recuerdos ya que soy del curso 353 y me identifico mucho sobre todo en el BIP, pero yo tuve la suerte de ir destinado a plegados y después al CG. Mis compañeros destinados en la 1 bandera lo pasaron muy mal, estabamos en el mismo cuartel en Alcalá de Henares. No eran novatadas lo que les hacían, eran hijoputadas. Yo viví un suicidio de uno de mis compañeros de curso y destinado en la 1 bandera al saltar de la ventana del RES. No lo aguantó. Yo como tú lo viví muy intensamente y me marcó para bien. Pero eran otros tiempos que tú no has vivido.

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    1. Eran tiempos muy diferentes. Cuando yo estuve, no había reemplazo, salvo en unidades como la USAC, y ellos ni siquiera hacían el curso de salto. Éramos todos profesionales, en principio, sin prisa por marcharnos a otra unidad o la vida civil. Se respetaba la antigüedad, pero había (en general) buen rollo, porque todos sabíamos que éramos compañeros de curro, e íbamos a superar los mismos obstáculos.
      Los mandos casi igual. Aún quedaban momias de la vieja escuela, que se creían a mil kilómetros de la tropa y aún confiaban en la mano dura. Pero, en general, suboficiales u oficiales tenían estudios, varios años de academia, y una visión mucha más moderna de lo que significa el Ejercito. Antes que mandos, te diría que gran parte de ellos eran lideres, que se ganaban tu confianza y tú respeto con su ejemplo y buen hacer.
      Novatadas ni se hacían ni a nadie se le ocurría hacerlas (o permitirlas). Bastante "novatada" es que el capitán te dijera que mañana, en vez de esa teórica y ese mantenimiento de equipo en el cuartel, tocaba saltar sobre Uceda y comerse 36 horas de ejercio en el campo...
      Bueno, miento. Alguna "novatada" si hubo, del estilo "Vete a preguntar al Furriel de la tercera compañía si le quedan dianas para los morteros, que aquí se nos han acabado.." Bromas de las de reírse CON el que las sufría, y no a costa de. Pero muy poquitas, y siempre con respeto y bien humor.
      Mandos cabrones si hubo, eso no le puedo negar. En el libro menciono a un sargento y a un cabo, pero alguno más merecerìa algunas líneas. De todas maneras, eran una minoría, y no tardaron en desaparecer.

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