Este cuadro obra de Adolphe Yvon es uno de mis favoritos de las guerras napoleónicas. Muestra al mariscal Ney junto a sus tropas en la retirada de Rusia, en el invierno de 1812. La escena es dantesca, un grupo de soldados se protege como puede de los ataques rusos; otros intentan seguir con la retirada en un carruaje. Alrededor hay soldados muertos o agonizantes, y en el fondo se aprecia un edificio en llamas. El cielo está ennegrecido, lo que da más dramatismo al cuadro. El mariscal Ney está en el centro del cuadro, con una actitud serena y protegiendo a sus subordinados, dando ejemplo. A destacar que el pintor le pone con colores claros para destacar su presencia.
Otro detalle que se pueden destacar son los diferentes uniformes de la Grande Armée. Los colores fríos —grises, azules y blancos— enfatizan la dureza del invierno ruso.
La retirada de Rusia fue el gran momento del mariscal Michel Ney, que nunca se dio por vencido y siguió adelante a pesar de los ataques rusos y las ofertas para rendirse. El hecho de que lograse escapar fue visto como un milagro, y se ganó el apodo del ser "el más valiente de los valientes".
El cuadro fue presentado en 1856, en pleno reinado de Napoleon III, que buscaba consolidar su poder. Estas obras eran una manera de crear un nexo con el periodo de Napoleon I, cuando Francia dominaba Europa. Hoy en día está expuesto en el Louvre.
Fuentes y enlaces de interés:
- https://www.meisterdrucke.es/
- https://blogs.diariovasco.com/
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