lunes, 13 de abril de 2020

Sinking of the Prince of Wales & Repulse, The End of a Battleship Era, de M. Middlebrook y P. Mahoney

El pasado enero adquirí este libro sobre el hundimiento del acorazado Prince of Wales y el crucero de batalla Repulse en diciembre de 1941. Su pérdida marcó uno de los periodos más duros de la Royal Navy, y es que en ese periodo se perdió también el acorazado Barnham y el portaviones Ark Royal, ambos torpedeados en el Mediterráneo.

La elección de esta obra sobre otras se debe a que Martin Middlebrook ha escrito numerosos libros sobre la Segunda Guerra, y éste había recibido excelentes críticas. Para documentarse utilizó documentos británicos y la historia oficial de Japón en la Segunda Guerra Mundial.; además entrevistó a docenas de supervivientes y veteranos de la operación (más de 150), y no sólo del Prince of Wales y Repulse sino también de los destructores y personal basado en Singapur.


Índice del libro.

En mi opinión se trata de un libro casi definitivo sobre esta fallida operación. A lo largo de las páginas los autores desengranan los motivos que llevaron a enviar a los buques sin cobertura aérea, dando algunas claves:

-    Si se hubiese utilizado la cobertura aérea las operaciones se hubiesen visto limitadas por el alcance de los cazas a 100 millas de la costa (100 km)
-    Hasta aquel momento los aviones torpederos o de bombardeo no habían logrado grandes éxitos contra buques capitales. El Bismarck fue rematado por otros barcos, y las operaciones en Taranto/Pearl Harbour fueron contra buques amarrados. Los italianos tampoco pudieron parar las formaciones de la Royal Navy en el Mediterráneo
-    Para coordinar la cobertura con los cazas seguramente se hubiese tenido que romper el silencio radio,  poniendo en riesgo el efecto sorpresa
-    La Royal Navy asociaba el concepto de aviones torpederos a viejos biplanos Swordfish, de prestaciones muy inferiores a los Mitsubishi G3M/G4M. Tampoco había mucha información sobre la aviación japonesa y existía cierto sentimiento de arrogancia.

Los daños en los buques se describen y analizan con mucho detalle, y hay un capítulo dedicado a la exploración de los pecios. Merece la pena destacar que un torpedo que impactó en la popa del Prince of Wales, junto a las hélices, causó una enorme inundación al hacer saltas las sujeciones del eje de una hélice, y dejó sin electricidad a la mitad del barco.

En la sección inicial del libro se hace un largo repaso a las relaciones entre Japón y Reino Unido, explicando cómo van empeorando por la política expansionista de Japón y la construcción de una gran base para la Royal Navy en Singapur, que es vista en Japón como un ataque a sus intereses.

Todo el libro viene acompañado de numerosos testimonios, con muchas anécdotas. Una de las que más me sorprendió fue que Stalin sugirió que pilotos alemanes podrían haber sido los responsables del ataque, cuya eficacia sorprendió enormemente a los aliados. Según uno de sus asesores los alemanes habían enviado 1.500 pilotos a Japón, y en el Frente Este. 

Como he dicho antes, me parece un libro casi definitivo sobre el tema. El estilo es sencillo, aunque hace falta tener un buen nivel de inglés porque se utiliza mucho vocabulario naval. A la hora de describir el ataque me hubiese gustado algún gráfico para explicar las trayectorias de los aviones, pero no deja de ser un pequeño detalle.

Fuentes y enlaces de interés:

- Sinking of the Prince of Wales & Repulse, The End of a Battleship Era, de Martin Middlebrook  y Patrick Mahoney. Pen & Sword Maritime (22 Jun. 2014)

3 comentarios:

  1. El almirante al mando había sufrido bombardeos italianos en el Mediterraneo y por ello creía que el peligro de los ataques aéreos en alta mar era mínimo. De todas formas también tenía fama de ser muy tronco.
    Por otra parte si que es cierto que fue un ataque masivo y muy bien coordinado con ataques simultáneos de torpedos y bombas. Una vez que recibieron los primeros impactos y perdieron movilidad, estaban condenados.

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  2. Hubiera sido de capital importancia que uno de los portaaviones de la RN se hubiera desplazado junto con el HMS Repulse y el HMS Prince of Wales...se,demostró luego en el Pacifico.

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  3. La Royal Navy tenía previsto enviar el portaviones HMS Indomitable, pero encalló en el Caribe y no llegó a tiempo.

    El libro explica en detalle cómo se organizó la "Fuerza Z", y es que la Royal Navy no quería enviar buques modernos porque existía la posibilidad de que el Tirpitz se echase a la mar, y se querían contar con los 3 acorazados de la clase King George V (*), los únicos modernos. Churchill finalmente decidió enviar al Prince of Wales ya que pensaba que con los medios disponibles el Tirpitz podía ser destruido en caso de hacerse a la mar. Además de que un buque moderno ofrecería más disuasión.

    Por otra parte, los acorazados de la clase R no estaban a la altura de los acorazados japoneses, pero seguían siendo útiles como escoltas.

    Saludos.

    (*) También los acorazados Scharnhorst/Gneiseau en caso de salida al Atlántico. El tercer acorazado de la clase King George V estaba a punto de entrar en servicio (Duke of York).

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