viernes, 28 de septiembre de 2018

The Attack On Pearl Harbor: Strategy, Combat, Myths, Deceptions, de A. D. Zimm

Este libro siempre es recomendado a aquellos que quieran estudiar el ataque japonés a Pearl Harbour. La operación siempre es presentada como un rotundo éxito ejecutada de manera perfecta por tripulaciones de élite.

El autor de este libro, un oficial de la US Navy, hace un minucioso análisis que arroja un resultado diferente. El ataque fue un éxito porque se lograron los objetivos, pero hubo fallos importantes en la ejecución, alguno incluso pudo hacer fracasar toda la operación (submarinos aéreos). Las deficiencias en la defensa estadounidense contribuyeron a las importantes pérdidas.

Antes de empezar merece la pena destacar que pocas veces he leído un análisis tan metódico y detallado. El autor, un oficial de la US Navy, no deja nada al azar. Creo que es una obra de obligada referencia y un excelente ejemplo de cómo desmenuzar mitos y leyendas urbanas.

En la preparación del ataque Zimm explica las diferentes opciones y visiones de los oficiales japoneses. Destaca que no dudaban en arriesgar portaviones para hundir acorazados y que las tripulaciones de dos de los portaviones apenas habían completado su entrenamiento. Antes del ataque no se entrenó en la cooperación entre las diferentes unidades. Los bombarderos horizontales, los de picado, y los cazas operaban por su propia cuenta.

A la hora de ejecutar al ataque, la falta de radio y cooperación fue un problema. Tampoco se hizo uso de la inteligencia más reciente. Un fallo de Fuchida hizo que la primera oleada atacase de manera desordenada, tardando 11 minutos en vez de 90 segundos. Cinco de los últimos siete torpederos fueron derribados debido a la idéntica trayectoria en fila india.

A pesar de que no había portaviones se enviaron bombarderos en picado equipados con 250 kg, ineficientes contra acorazados. Los torpederos no lograron la efectividad deseada, ya que era la maniobra previa al lanzamiento difícil y fue realizada en desorden. Los bombarderos horizontales sí que lograron excelentes resultados.

El autor también dedica muchas páginas a algunos factores de la cultura japonesa que penalizaban la planificación del ataque. El espíritu Samurai afectaba las tácticas. El Estado Mayor descuidaba factores logísticos, y tenía tendencia a confiar en los Dioses o Providencia. El uso de submarinos enanos es un ejemplo. No sirvieron de nada y pusieron en riesgo toda la operación. En el ataque se intentó repetidamente hundir un acorazado en el canal de entrada pensando que bloquearía todo el puerto, a pesar de que los cálculos indicaban lo contrario.

En cuanto a las defensas estadounidenses. El autor es crítico con los responsables del Ejército y US Navy por no haber reducido la alerta y no haber tomado más medidas de seguridad. Además de las redes antitorpedos, otra podría haber sido la colocación de barcos en el costado libre de "Battleship Row". La defensa aérea tampoco estaba bien coordinada - la US Navy no tenía comunicación con el radar.

El capítulo sobre el ataque de los submarinos enanos debería ser un manual de cómo desmontar una conspiración. Zimm presenta su análisis y desmonta punto por punto la teoría -en base a una foto- de que uno de los submarinos pudo lanzar un torpedo.

En la parte final se analizan algunos tópicos sobre Pearl Harbour, como:

- ¿Fue correcto no lanzar una tercera oleada?
- ¿Se deberían haber destruido las instalaciones de combutible?
- ¿Cómo habría evolucionado el ataque si la isla estuviese en alerta?
- ¿Hubiese sido mejor atacar a la flota en alta mar?

En los apéndices se puede encontrar una lista de barcos basados en Pearl Harbour el 7 de diciembre, y un relato de cómo hubiese sido un ataque ideal en opinión del autor.

Antes de terminar con este libro, merece la pena destacar que hace falta un buen nivel de inglés para leerlo. Hay mucho vocabulario naval y los análisis son complejos.

Fuentes y enlaces de interés:

- The Attack On Pearl Harbor: Strategy, Combat, Myths, Deceptions Hardcover – 15 Apr 2011, de Alan D. Zimm. Casemate 

9 comentarios:

  1. Otra gran review de un gran libro, Alejandro!
    Lo compré por recomendación de MiguelFiz de eGC y no me defraudó.
    Es de esos libros que te quitan la manera de ver los grandes eventos de la guerra, asi como a desenmascarar a los que te dicen que en la 3ª oleada estaba la victoria de Japón.
    Me sorprendió que fuera tan breve y conciso.


    También tengo At Dawn we Slept, pero no he podido terminarlo. Centenares de páginas ahogan la historia sin llegar a ningún lado.


    https://www.amazon.com/At-Dawn-We-Slept-Revised-ebook/dp/B00NGZB2GW/ref=sr_1_28?s=books&ie=UTF8&qid=1538173617&sr=1-28&keywords=pearl+harbor


    Un saludo

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  2. La conspiración siempre me ha parecido una tremenda tontería, si yo fuera almirante y tuviera información sobre
    un ataque sorpresa japonés la emboscada que montaría sería de libro. Los portaviones ya estaban fuera e ilocolizados y no tendría más que esperar a que los aviones japoneses despegaran para atacar sin ninguna oposición los portaviones.
    La supuesta escusa para la guerra que supone el ataque sorpresa seguiría siendo igual de válida y los portas japoneses estarían en el fondo del mar.

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    1. Bocata, me gusta un dicho que dice "No justifiques con la Maldad, lo que puedas justificar con la Estupidez."

      Podríamos sustituir "Estupidez" con "Incompetencia" y tendremos lo que sucedió aquel lejando 7 de diciembre.
      Un saludo

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  3. Si estoy contigo, el único problema que veo en la actuación usana en este suceso es la dejadez que demostraron en un ambiente alamarmantemente prebelico.

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  4. Hola

    EEUU esperaba el ataque, pero en Filipinas. No hay que olvidar la audacia de los japoneses para mover la flota hasta Hawai en silencio radio y fuera de las líneas maritimas.

    Sí que es criticable que se relajasen las defensas apenas unos días antes, sobre todo porque deberían saber que la flota japonesa ya había salido.

    Saludos.

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    1. Es cierto que los americanos no esperaban que Teikoku Kaigun se aventurara en Hawaii, pero cuando fueron atacados en Filipinas al día SIGUIENTE tampoco mostraron una eficiencia muy digna. Por decir algo.
      Un saludo

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    2. Si no me equivoco el ataque fue simultáneo pero por la división horaria una fue el día siete y el otro el ocho como sucede con el día de la victoria en Rusia.
      A mí lo que me sorprende es que antes del ataque aéreo ya fueron detectados y hundidos varios minisubmarinos, la primera oleada de aviones también fue detectada a más de 200km pero lo confundieron con un grupo de bombarderos propios pese a la gran diferencia de tamaño del eco radar.
      No sé cómo serian los protocolos de la época pero el hecho de detectar fuerzas submarinas hostiles y entablar combate con ellas en tu principal base del Pacífico debería de haber puesto en máxima alerta las defensas, más teniendo en cuenta que la guerra parecía inevitable.
      Una bonita mezcla de arrogancia, dejadez y descoordinación.

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    3. El ataque a Filipinas se produjo el 8 de Diciembre, 10 horas después del acontecido en Pearl Harbour.
      Parece ser un tiempo suficiente para poner en alerta a las fuerzas en el lugar y rechazar el ataque desde Formosa.
      Un saludo

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    4. Me consuelo con la idea de que por lo menos tenía un poco de razón,lo siento, el ego me puede!
      Ya más en serio, diez horas parecen más que suficientes para poner en alerta a todas las fuerzas del Pacífico y no te pillen en bragas sin poder sacar rendimiento a las fuerzas propias.
      Un saludo compañero!

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