The Milk Cows: The U-Boat Tankers, 1941–1945

Este libro es un buen ejemplo de porqué me hice con un Kindle. Lo compré por 82 peniques, algo menos de 1 €, un precio ridículo si se tiene en cuenta el gran trabajo de investigación que hizo el autor. John F. White tira de sus archivos e investigación de décadas para escribir este libro. En 1995 incluso logró contactar con un veterano de estos submarinos.

En la Segunda Guerra Mundial la Marina Alemana (Kriegsmarine) desarrolló estos submarinos para aumentar el alcance de sus principales modelos, especialmente el Tipo VII. De esta manera la Kriegsmarine podía operar con más efectividad en zonas más lejana, como la costa este de Estados Unidos, o el hemisferio sur. En aquel entonces eran un auténtico multiplicador de fuerzas. Todo ésto tenía el doble beneficio de obligar a los aliados a escoltar buques en más zonas, desviando recursos del escenario principal, el Atlántico Norte. Además no solo suministraban combustible y torpedos sino que podían evacuar tripulantes enfermos, y proporcionar códigos para la máquina enigma y provisiones. Incluso disponían de una panadería. Los submarinistas apodaron a estos submarinos "vacas lecheras".

El modelo más común era el Tipo XIV, basados en el Tipo XIC oceánico. El casco había sido agrandado y podía transportar 700 toneladas de combustible, de las 432 podían ser transferidas. Para dar una idea, 50 toneladas permitían a un Tipo VII operar en las áreas más lejanas del Caribe, o triplicar el tiempo que un Tipo XIC podía operar allí. Con 90 toneladas un Tipo XIC podía patrullar en Ciudad del Cabo.
 
El índice del libro se puede ver en la imagen. A lo largo de los capítulos el autor cubre el desarrollo y operaciones de estos submarinos y las diferentes misiones y teatros, ya que en ocasiones fueron empleados para intercambiar productos con Japón y colocar minas. Para algunas misiones el autor ha reconstruido el diario con diverso material porque el submarino fue hundido y no se conoce bien la ruta o detalles de la pérdida. Otros fueron destruidos al final de la guerra.

Merece la pena recordar que al inicio de la guerra la Kriegsmarine utilizaba otros medios para estas misiones. En las Islas Canarias disponía de un barco que aprovisionaba submarinos a escondidas, zarpando por la noche a una posición acordada. A medida que los meses pasaron este tipo de misiones se complicó, por lo que la Kriegsmarine decidió desplegar submarinos para estas misiones.

En general estos submarinos transferían combustible en los alrededores de las Azores, donde los aviones no podían patrullar hasta 1943 por falta de alcance. La Kriegsmarine suministraba unas coordenadas para realizar el aprovisionamiento. Una vez allí los submarinos utilizaban una radio de corto alcance para coordinar las maniobras, aunque no siempre era tan sencillo. El mal tiempo podía ser un problema, y en muchas ocasiones había retrasos por diferentes circunstancias, o uno de los submarinos había sido hundido y no se presentaba. Como curiosidad, los comandantes eran muy veteranos en comparación a los modelos de ataque, algunos incluso habían servido en la Primera Guerra Mundial.

El sistema funcionó muy bien hasta mayo de 1943, cuando empieza un periodo que es conocido entre los U-boot como el "Stalingrado de los mares". La aparición de portaviones de escolta, radares centimétricos y descifrado de la máquina enigma provocaron una carnicería. Para dar una idea, hasta mayo de 1943 habían reabastecido a submarinos en 400 ocasiones perdiendo uno. Entre mayo y agosto perdieron 6 y otros 3 destinados a colocar minas.

Índice del libro.

Los aliados siempre dieron prioridad a las "vacas lecheras" por su importancia, por lo que las pérdidas fueron muy altas. El autor dedica muchas líneas a explicar las operaciones y cómo los aliados emboscaban a los submarinos gracias al descifrado de la máquina Enigma y la búsqueda por emisiones radio. Muchos comandantes sospechaban que los aliados habían roto los códigos, pero el Alto Mando alemán se negó a aceptarlo.

Ante la imposibilidad de abastecer submarinos en el Atlántico la Kriegsmarine decide utilizarlos para realizar misiones en el Sudeste Asiático. Aquí también se utilizarían los ejemplares italianos intercambiados por la Kriegsmarine. Pese a las altas pérdidas la campaña sigue porque moviliza importantes recursos de los aliados.

En los apéndices hay información con información de los U-Boat, operaciones, tonelaje hundido etc. El autor estima que las vacas lecheras contribuyeron al hundimiento de 1.400.000 toneladas de buques a pesar de ser sólo 18 de los 750 U-Boat construidos.

Recomendaría el libro a todos aquellos interesados en la guerra submarina. No parece que haya una edición en español, por lo que hace falta un buen nivel de inglés. Por el precio no se puede pedir más.

Fuentes y enlaces de interés:

- The Milk Cows: The U-Boat Tankers, 1941–1945, de J. F. White, Pen & Sword Maritime (2009).

Otras reseñas de libros de submarinos:

- Dönitz's Last Gamble: The Inshore U-Boat Campaign 1944-45
- U-Boat 977: The True Story of the U-Boat That Escaped to Argentina, de Heinz Schaeffer
- Teddy Suhren, Ace of Aces: Memoirs of a U-Boat Rebel
- Red Star Under the Baltic: A First-Hand Account of Life on Board a Soviet Submarine in World War Two
- War Beneath the Sea, de Peter Padfield