Este libro no lo conocía, pero había sido
mencionado varias veces en un foro de aviación. Su autor, Tim Ripley, es un
periodista que trabaja para medios como Janes o The Times. Me animé a comprarlo
estas Navidades porque ha recibido buenas críticas y no es demasiado largo,
poco más de 200 páginas.
La verdad es que me ha gustado mucho.
Ripley hace un análisis riguroso de la intervención rusa e iraní. De hecho, el
libro me parece un buen ejemplo de cómo se puede escribir un libro utilizando
mayoritariamente fuentes “abiertas”. El mismo autor indica que hoy en día es
mucho más fácil encontrar información gracias a twitter, spotters de barcos y
aviones, y redes sociales.
El libro cubre de manera cronológica el
inicio de la intervención rusa hasta casi finales de 2017, cuando la guerra en
Siria ha dado un vuelco total en comparación. El estilo es ágil y sencillo. El
único problema es que no hay mapas, aunque teniendo en cuenta la complejidad
del conflicto, hubiese sido difícil crearlos. Además, las operaciones militares
tampoco están descritas en tanto detalle como para necesitar mapas muy
detallados.
El inicio de la intervención rusa el autor
destaca la sorpresa total que causó en Occidente y el papel que jugó Irán. El mayor
general iraní Qassem Suleimani tuvo un papel muy destacado en convencer al
presidente ruso. La impresión en septiembre de 2015 es que la guerra estaba
alcanzando un punto de no retorno para el régimen de Assad. El autor dedica
muchas páginas a explicar la perspectiva iraní, que necesita Siria para
conectar con Hezbollah en el Líbano y que tiene en Assad un aliado.
El despliegue ruso no se esperaba. Los
países occidentales estaban centrados en los rebeldes y yihadistas, y la
decisión seguramente se tomó en “petit comité”. Por su parte, Irán envió varios
centenares de milicianos.
El libro sigue con un análisis de las
operaciones, describiendo las principales batallas. El autor destaca varios
aspectos de la intervención:
No se repitió el error de Afganistán y
sólo se enviaron soldados profesionales. La presencia de controladores aéreos
avanzados y equipos de reconocimiento fue muy importante en las ofensivas del
Ejército Sirio. Cuando hubo bajas no se escondieron y se recibieron los cuerpos
con todos los honores.
Las FFAA rusas hicieron un esfuerzo por
ganarse el aprecio de la población local y tropas sirias. En este aspecto
cuentan con ventaja sobre otros países porque las relaciones entre ambos países
son de hace varias décadas.
El Centro de Reconciliación tiene un papel
mucho más destacado de lo que parece. Negocia con localidades para evitar
combates y divide al enemigo porque ya no es bienvenido y debe retirarse o “forzar”
su estancia.
Las operaciones iniciales con drones eran
más simples que las occidentales, pero fueron ganando en complejidad a medida
que se organizaban las operaciones y ganaba experiencia. El modelo más efectivo
es el Forpost, de origen israelí. En este aspecto no cita demasiado a otros,
como el Orlan 10.
El uso de drones también benefició a las
tropas gubernamentales. Gracias a la información suministrada por los rusos,
las unidades podían atacar sin tener que preocuparse por los flancos. También
podían escoger con más precisión los puntos débiles del enemigo.
Pese a la gran plantilla del Ejército
Sirio, las ofensivas y principales operaciones son conducidas por un reducido
número de unidades: Tiger Force, milicias organizadas por Irán, 4° División
Acorazada y algunas unidades de la Guardia Republicana.
Los yihadistas de ISIS no son suicidas, a
pesar de la percepción general. En muchas ocasiones se han retirado a otras
posiciones en vez de sacrificarse. Cuando realizan ofensivas sí que utilizan
vehículos suicidas para abrir brechas y desmoralizar al oponente. En muchas
ocasiones luchan como un ejército convencional, con tanques, cohetes,
artillería y drones. Con estos últimos realizaban misiones de bombardeo.
Estados Unidos y Rusia hicieron un gran
esfuerzo por evitar incidentes de fuego amigo. Organizaron videoconferencias
diarias para pasarse información sobre el posicionamiento de tropas y asesores,
así como las misiones de ataque.
Pese a que la aviación rusa contribuyó
claramente a dar un vuelco a la situación, no dispone de tanto armamento guiado
como los occidentales. Pese a todo, el autor añade que en muchos casos esa
precisión no es necesaria.
Recomendaría este libro a cualquiera
interesado en el conflicto sirio, especialmente aquellos que busquen
información sobre la intervención rusa.
Fuentes y enlaces de interés:
- Operation
Aleppo: Russia's War in Syria, de Tim Ripley. Telic-Herrick Publications (2018)
Alejandro (o cualquiera dispuesto a contestar), quería consultarte algo. Estoy buscando un buen libro acerca de los combates en el norte de África durante la Segunda Guerra Mundial. Generalmente los libros que he leído o bien sólo tratan los combates después de la Op. Torch o bien los tratan con más profundidad que los anteriores. Me gustaría un libro que tratase todo en profundidad, desde los primeros movimientos italianos, o en último caso que se centrase en el período anterior a Torch. No se si se te ocurre algo.
ResponderEliminarMcuhas gracias y un saludo.
Este es bueno y se consigue fácil:
EliminarAfrika Korps editorial s
San Martín colección historia del siglo de la violencia
La echaré un ojo, muchas gracias
EliminarQué bueno que te animaste a adquirirlo! A mi me tentó con el Frogfoot de la portada. Lo incluyo en mi lista.
ResponderEliminarUn saludo
Voy a ver si lo compro ! buena sugerencia.
ResponderEliminar